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No se dejen domesticar

No se dejen domesticar

El Arzobispo José Domingo Ulloa, osa,  envía un mensaje a la nación al conmemorarse, el próximo martes la gesta del 9 de enero de 1964.

He aquí el contenido completo:

El 9 de enero de 1964 es una fecha de heroísmo y patriotismo, pero también de dolor y duelo para los panameños.

Dolor por la pérdida de la vida de nuestros compatriotas, y de heroísmo porque se mostró el coraje de una juventud comprometida en reivindicar el legítimo derecho de nuestro país de ondear nuestra enseña patria en lo que se conocía como la Zona del Canal.

Esta gesta patriótica del 9 de enero, que marcó un antes y un después en la historia nacional, debe servirnos en la actualidad para retomar ese coraje ante las nuevas amenazas que vive nuestro país.

Todos coincidimos que en Panamá queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras, para que sea un país de todos y para todos, donde prevalezca la dignidad de la persona y el bien común. Pero este cambio solo será posible a través del protagonismo de nuestra juventud.

Requerimos de jóvenes como aquellos de 1964, con una especial sensibilidad ante la injusticia, que no les permite ser indiferentes y los moviliza para luchar por el bien común, por el respeto a la dignidad de la vida humana, porque prevalezcan los valores  que engrandecen a la Patria.

Nos corresponde garantizarles los espacios, para la participación de cada uno de los jóvenes; despertar en ellos las mejores potencialidades para ser protagonistas de su propio porvenir y corresponsables del destino de todos.

Me dirijo a los jóvenes en nuestro país: Nunca se desanimen, no pierdan la confianza en ustedes, no se dejen domesticar, que la esperanza no se les apague. Es posible cambiar la realidad, el ser humano puede cambiar. El mal no tiene la última palabra, es posible vencerlo haciendo el bien. No están solos, la Iglesia los acompaña en su caminar, ofreciéndoles el don precioso de la fe en Jesucristo.

De manera especial le digo a la juventud creyente: den una respuesta cristiana a las inquietudes sociales y políticas que se van planteando en los diversos ámbitos de la vida. Ustedes son nuestra esperanza para un verdadero cambio hacia el Panamá que todos queremos.

Apoyemos a nuestra juventud para que logre las transformaciones que necesita Panamá. Este es el mayor tributo que podemos hacerles a los héroes y mártires del 9 de enero.