El miércoles 9 de octubre los acompañará monseñor José Domingo Ulloa, en la misa de acción de gracias por estos 25 años como capilla.
Por Karla Díaz
Un 9 de octubre de 1999, monseñor José Dimas Cedeño presidió la celebración en la que se consagró el templo Nuestra Señora del Rosario en el Residencial El Bosque. Ya han pasado 25 años, y en ese entonces era párroco el padre Benjamín Gallego, con quien muchos de los fieles que, actualmente, asisten a la parroquia trabajó, y recuerdan con mucho cariño.
Junto a estas Bodas de Plata, rememoran los esfuerzos, el trabajo y las grandes bendiciones que han recibido en sus vidas trabajando para el Señor en este templo, que está unido a la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza de Condado del Rey.

Ramiro De León tiene ya 42 años de residir en El Bosque y recuerda con nostalgia aquellas primeras misas que se celebraran en los garajes de las pocas casas que había, hasta que lograron construir su capillita. Él ha trabajado todo este tiempo en la pastoral económica, y aunque considera que no es una labor que se liga tanto con el área litúrgica, se une definitivamente con todas las demás pastorales.
“Todos estos años logramos recolectar suficiente dinero para cubrir el presupuesto. Hay muchas cosas que hacer, pero dedicamos gran parte de lo recolectado en apoyo a las pastorales, salud, proclamadores, catequesis y crecimiento espiritual. Me siento satisfecho por mis dones y por todo lo que se ha logrado junto a mis hermanos en estos 25 años; sin duda, el Señor ve todo lo que hacemos desde el punto de vista administrativo”, dijo el señor Ramiro.
La niñez y formación espiritual de Ilda de Alcántara se forjó en esta comunidad parroquial. Allí creció, participaba en los Rosarios casa por casa, en los grupos de Encuentro con María, allí nació su vocación para ser misionera, y allí se casó.

“Es impresionante sentir y llevar a la práctica la Palabra de Dios donde se dice que los hermanos todo lo compartían; y eso es lo que siento en esta comunidad, en esta iglesia que está viva, llevando el mensaje de Jesús a todos los hermanos de la comunidad”, señaló.
William Cheng y Esilda Mathieu llegan a esta comunidad un poco después de ser consagrada como templo dedicado a Nuestra Señora del Rosario.
La acogida recibida por su sacerdote Benjamín Gallego y sus feligreses, les motivó a ponerse en acción, logrando formar un equipo del Movimiento Familiar Cristiano con 7 matrimonios, que asumieron algunas responsabilidades.
Hoy la capilla tiene una iglesia viva, cuyos feligreses participan con alegría y responsabilidad en distintas actividades. Cuentan con servicio a la Sacristía, Comité de Salud, Comité de Evangelización, Grupo de Jóvenes, Comité de actividades recreativas, y más.
Un poco de historia sobre el templo
En el año de 1978, la Caja de Ahorros como fiduciaria de los terrenos donde actualmente está la Urbanización de Residencial El Bosque, decide iniciar la construcción de viviendas en este sector. Es así como en el año de 1979 se mudan los primeros residentes de esta barriada.
En el año de 1981, ya con alrededor de 200 casas habitadas, un grupo de señoras de la comunidad toman la iniciativa de realizar misas dominicales en los garajes de estas nuevas residencias. En el año de 1983 se logra instalar una tolda, en donde se celebrarían las misas dominicales.
En 1987 se asigna al padre Alfonso Lozano para que nos oficie misa solamente los domingos, ya en una capilla muchos más acogedora.
Al mismo tiempo nombra primer Párroco al Padre Benjamín Gallego Julián.
En el año de 1997 se inicia la construcción del templo; pues decía el Padre Benjamín que -un sacerdote sin templo no es sacerdote-.
El 9 de octubre de 1999, con la asistencia de Monseñor José Dimas Cedeño, se consagra el Templo con el nombre de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, y sirve particularmente a las comunidades de Residencial El Bosque, Altos del El Doral, Altos de la Montaña y el complejo habitacional Amarilo.
La población estimada, que reside en este sector del templo, es de 5000 personas. La labor evangelizadora la realizan conjuntamente con el templo de Nuestra Señora de la Esperanza, sin embargo, tienen un equipo local que ve los asuntos administrativos y de mantenimiento.