Los feligreses de la Parroquia Nuestra Señora de La Candelaria en La Pintada se reunieron desde muy temprano para dar gracias al Creador por conceder a la Iglesia panameña el privilegio de ser los anfitriones de la próxima Jornada Mundial de la Juventud.
Entre cánticos y alabanzas se recibió la presencia de Jesús sacramentado, momento de gracia en el que los participantes, jóvenes y adultos, elevaron sus oraciones por la comunión de la Iglesia, la paz del mundo, la organización de la jornada y los tan anhelados frutos que de ella se esperan obtener en la acción pastoral de la Iglesia en Panamá.
Este día de oración culminó con la Eucaristía, presidida por fray Rafael Noriega, quien en su homilía destacó la importancia de la preparación espiritual de todos los fieles católicos para la JMJ. “Lo material es importante, debemos prepararnos logísticamente para este encuentro, pero lo más importante es la preparación de nuestro corazón”.
El sacerdote franciscano también enfatizó en la importancia de hacer una elección fundamental: El quedarnos con Cristo, tal como lo dice el libro de Josué “Mi familia y yo serviremos al Señor”
Milagro Mendoza, líder juvenil de la parroquia destacó que siempre se debe orar, pues cuando lo hacemos con frecuencia, se estrecha la relación con nuestro Señor Jesucristo. “Los buenos amigos no se comunican solo cuando necesitan algo, sino en cualquier momento, porque se interesan el uno en el otro. Su amistad se va fortaleciendo a medida que se expresan con toda libertad sus pensamientos, preocupaciones y sentimientos”, enfatizó la joven.
Así mismo, todos los fieles de la Parroquia de La Pintada continúan preparándose para brindar a los peregrinos una experiencia de comunión y fraternidad durante los días en las diócesis.
Las familias de acogida han iniciado sus formaciones; los jóvenes locales se integran a través del voluntariado y trabajan fuertemente en su preparación espiritual para ser peregrinos en los actos centrales de la JMJ en ciudad de Panamá.
