Reconocen su entrega y servicio a la Iglesia panameña

La fiesta solemne de la patrona de Panamá, Santa María la Antigua, tuvo una connotación especial este año, pues en medio de la misa, se realizó la ceremonia de entrega del título de “Capellán de su Santidad”, al padre Rómulo Aguilar.

Esta noticia ha llenado de alegría al pueblo panameño, sobre todo porque el papa Francisco ha hecho este reconocimiento especial al padre Rómulo por su trayectoria de entrega y servicio a la Iglesia. 

Así lo señaló monseñor José Domingo Ulloa en medio de la homilía del pasado lunes 9 de septiembre, en la cual destacó las diferentes parroquias y ministerios en los que este querido sacerdote ha realizado labor.

“Este título de Capellán de Su Santidad, es una distinción honorífica, mediante la que se reconoce el trabajo y los años de dedicación de nuestro hermano Rómulo, quien ha sido testimonio de entrega en el servicio a la Iglesia”, dijo el Arzobispo de Panamá, recalcando su especial trabajo en movimientos como Matrimonios en Victoria, y su labor como liturgista, guiando por muchos años, el trabajo del Departamento de Liturgia de la Arquidiócesis de Panamá.

Monseñor Ulloa se dirigió al sacerdote recordando lo importante de esta designación que es una muestra más de cariño del Sumo Pontífice al pueblo panameño. “Esto es un reconocimiento a tu trayectoria, lo que nos llena de gozo y un sano orgullo; que Dios siga iluminando tu caminar

y tu servicio en esta Iglesia en Panamá”, puntualizó.

El significado de este título

El Nuncio Apostólico Miroslaw Adamczyk explicó a este medio que el título de “Capellán de su Santidad”, es un reconocimiento a la obra de la vida del padre Rómulo, es decir, es un título honorífico que no da un poder ni un grado más en la Iglesia.

“El padre Rómulo sigue siendo párroco, pero por respeto de ahora en adelante se le llama Monseñor; así mismo se le podrá ver en algunas ocasiones utilizando algunos elementos como la sotana de color morado, y demás”, dijo el representante del Papa

en Panamá.

Monseñor Adamczyk también recalcó que como éste, hay tres títulos; el de Capellán de su Santidad otorgado por decisión del papa Francisco desde hace 6 años, a los sacerdotes bien meritados con 65 años de edad.

“En este caso, el padre Rómulo tiene 60, pero por su condición de salud, el Santo Padre, decidió otorgárselo antes”, dijo. El segundo título es el de Prelado de Honor de su santidad, pero éste prácticamente no se concede ya, por decisión del papa Francisco, para limitar el número de títulos de honor; y el tercer título es el de Pronotario apostólico.

En nuestro país, no es primera vez que a un sacerdote se le otorga este título. Figuran entre los capellanes de su Santidad, monseñor Alejandro Vásquez Pinto (q.e.p.d.), monseñor Guillermo Tejada (q.e.p.d.), monseñor Eladio González, monseñor Plinio Mojica y monseñor Marcelino García, entre otros más.

Ser cristianos solidarios

En medio de la Eucaristía solemne, monseñor José Domingo Ulloa también recordó el compromiso que tenemos todos con la Campaña Arquidiocesana, cuyos voluntarios estarán retornando a nuestros hogares durante este fin de semana, para recoger las alcancías con los aportes que servirán para el sostenimiento de las obras que lleva la Iglesia Católica, en esta ocasión y de manera especial, el Hogar el Buen Samaritano, la Casa San Juan Pablo II, asilos y comedores.

Habló también sobre los migrantes y los privados de libertad, a quienes la Iglesia ve

cómo nuestros hermanos. El Arzobispo pidió que durante todo el mes de septiembre, volquemos nuestro entusiasmo y solidaridad hacia ellos.

“En nuestra Iglesia Arquidiocesana, la acción significativa está dirigida a apoyarlos, con enseres de aseo personal y productos en general, pues no se trata sólo de migrantes, se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre”, destacó.

San Martín y Santa Rosa de Lima

La ceremonia casi terminaba, pero no sin antes visitar a María bajo la advocación de La Antigua, quien ampara nuestra nación. Los Obispos presentes se trasladaron hacia un costado del altar y reunidos hicieron una oración a nuestra Madre del cielo, pidiendo por Panamá.

Posteriormente se acercaron al sitio en donde están ubicados dos santos muy importantes para los panameños: San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima. “Tenemos una deuda con estos dos santos que son fruto de la evangelización en esta tierra. Nuestro sueño es poder construirle un santuario para poder recordarles como se lo merecen”, dijo monseñor, quien además destacó la figura de cada uno…

San Martín de Porres, un joven negro cuya madre era panameña, quien mostró en su vida humildad y entrega a los demás, en medio de una situación de exclusión social y religiosa; y Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, quien tras haber dado signos de una intensa precocidad espiritual, a los veinte años tomó el hábito de Terciaria Dominica, y consagró su vida

a la atención de los enfermos y niños.

“Ahora podemos venerarles y agradecerles por ser fruto de la evangelización que inició en estas tierras y se extendió por todo el Continente”, puntualizó el Arzobispo.