Talento que inspira a otros

Talento que inspira a otros

Al llegar a la Iglesia de La Merced, dos consagrados músicos españoles me esperaban, Begoña Bergareche y Manuel Cendoya. Fue un encuentro a pocas horas de su recital en el colonial templo ubicado en el Casco Antiguo.

Estos dos talentosos y reconocidos organistas que han dedicado sus vidas a transmitir su pasión por la música clásica, apuestan por la educación musical.

Sentados al lado de aquel instrumento musical que -desde el año 2013 se encuentra en este icónico templo-, nos aclaran que no son turistas en nuestro país, pues vivieron aquí por cinco años (2004-2009), y dedicaron parte de su tiempo a enseñar a los jóvenes del barrio de El Chorrillo en la Parroquia de Fátima.

De profesiones muy diferentes, ella abogada y el ingeniero industrial, consideran que la música es la mejor antesala para cambios maravillosos en la sociedad pues contribuye al desarrollo personal y, en consecuencia, al desarrollo social.

“Está científicamente probado que la música desarrolla el cerebro humano. Cuando se trabaja en grupo con alumnos, se puede observar además cómo mejora su capacidad de concentración, su capacidad para trabajar en equipo, su autoestima”, afirma Cendoya respecto al valor de la buena música en la sociedad.

Llevan dos años de estar realizando conciertos y en esta ocasión con la Asociación Nacional de Conciertos fueron los encargados de ejecutar el artesanal órgano de la Iglesia La Merced en dos presentaciones. La primera como solistas y la segunda acompañados de la Camerata de la Escuela Juvenil de Música (integrada por cuerdas y vientos como violines, violas, chelos, contrabajos, flautas, oboes y cornos). Sus presentaciones se dieron el miércoles 18 y el lunes 23 de julio.