Fe y Alegría Panamá trabaja en sinodalidad con parroquias, organizaciones sin fines de lucro y grupos de la sociedad civil, para llevar a cabo este proyecto, el cual busca ser una fuente de esperanza en los sectores más vulnerables.
Por Marianne Colmenárez
Uno de los mayores problemas en el proceso de integración de las familias migrantes, en la sociedad panameña, es el tema de la educación de los niños y jóvenes que cursan las etapas de primaria y secundaria.
Muchos grupos familiares carecen de recursos económicos para sostener a sus hijos en el sistema educativo, sin contar lo difícil que les resulta para algunos migrantes o solicitantes de refugio, recaudar y aportar los documentos exigidos por el Ministerio de Educación en Panamá.
Un número significativo de grupos familiares no tienen los papeles, simplemente no hubo tiempo de prepararse, huyeron de alguna injusticia o represión sin mirar atrás. Mientras que otros, aseguran haberlos perdido en el camino.
Sin embargo, en Panamá, la educación es un derecho universal, consagrado por la Convención de 1989 sobre el Derecho de los Niños y ratificada, en 1990, por Panamá y en la Constitución se establece el derecho a la educación.
Las escuelas y liceos les incorporan en el sistema, aunque la documentación que porten no esté completa.
Una luz de esperanza
Frente a esta realidad, Fe y Alegría Panamá viene desarrollando el programa “Tejiendo amaneceres”, el cual tiene como objetivo promover la integración escolar y social de niños y adolescentes migrantes y solicitantes de refugio.
Elías Cornejo, coordinador de Promoción Social y Servicio a Migrantes de Fe y Alegría señala que, el proyecto está orientado específicamente a beneficiar a 150 participantes que asistan a centros educativos, ubicados en sectores vulnerables del área metropolitana y de Panamá Oeste.
“Los niños y jóvenes deben ser miembros de núcleos familiares de escasos recursos, en contextos de acogida y tránsito. También pueden participar estudiantes panameños hijos de migrantes, con edades comprendidas entre los seis y los diecisiete años”, explicó Cornejo.
La población participante se ve beneficiada al recibir una ayuda económica que les beneficia para sufragar la anualidad, útiles escolares, transporte o alimentos. “Con el aporte, cada familia establecerá su prioridad, ya que cada realidad es distinta”, aclaró.
El coordinador del programa asegura que, “Tejiendo Amaneceres es mucho más que un bono de ayuda para la sostenibilidad educativa. Es un proceso integral de formación tanto para los padres como para los niños”.
Cada tres meses, el acudiente debe entregar sus boletines para garantizar que ciertamente están estudiando y que estén respondiendo adecuadamente a sus responsabilidades.
El proyecto se implementa en las instalaciones de Fe y Alegría Panamá ubicadas en Las Mañanitas, área periférica de la ciudad. Ahí se brindan las condiciones adecuadas para el desarrollo de actividades de reforzamiento académico, intervenciones de carácter lúdicas, deportivas y culturales, que facilitan el aprendizaje de habilidades sociales y de integración.
