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Tengo amigos LGBT...¿Quién soy yo para juzgar?

Tengo amigos LGBT...¿Quién soy yo para juzgar?

¿Qué pasa si tengo un amigo con preferencias sexuales hacia el mismo sexo?… ¿Cómo hablarle de Dios, sin que se sienta o piense que no lo acepto? Para bendición de todos, la iglesia está involucrada y comprometida cada vez más con ese grupo. 

El Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral 2332, nos dice que “La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro”. 

El Papa Francisco en su libro “El nombre de Dios es Misericordia”, nos dice: “Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales, porque antes que nada viene la persona
individual en su totalidad y dignidad.
Y la gente no debe ser definida solo por inclinaciones sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas, y que estamos destinados a recibir su amor infinito. Prefiero que los homosexuales acudan a la confesión, que estén cerca del Señor, y que recemos todos juntos”. 

Iniciativa pastoral 

Courage, que nació en los EEUU, es un grupo de católicos que experimentan atracciones hacia el mismo sexo y que están comprometidos a ayudarse unos a otros para vivir una vida casta, marcada por la oración, hermandad y apoyo mutuo. 

En Panamá, este grupo es dirigido por el sacerdote Domingo Escobar, quien nos explica que “Dentro de la misma Iglesia Católica hemos ido avanzando poco a poco en la comprensión y humanización. Es como la evangelización de la homosexualidad, pues en el Catecismo Católico nos asegura que la homosexualidad no es un pecado, no lo es porque nadie pide nacer homosexual, ni nadie toma un curso para ser homosexual, así como nadie hace un curso para ser un heterosexual, pues no es culpabilidad de la persona ser homosexual o heterosexual, simplemente se adviene al mundo en esa condición”. 

El padre Escobar nos cuenta que hoy día ve mucho dentro de la pastoral de VIH SIDA, además del Apostalado Courage, que hay discriminación, señalamiento, y eso va en detrimento de la dignidad de la persona humana, que lo importante es salvaguardar el aspecto de la dignidad. Debemos amarnos, y aceptarnos como somos. 

Courage 

Las cinco metas de Courage, que fueron establecidas por el primer grupo de Courage en Nueva York en 1980, son: 

  • Castidad: Vivir vidas castas conforme a las enseñanzas de la Iglesia Católica respecto a la homosexualidad.
  • Oración y dedicación: dedicar enteramente nuestras vidas a Cristo a través del servicio a los demás, lectura espiritual, oración, meditación, dirección espiritual individual, asistencia frecuente a Misa y la recepción frecuente de los sacramentos de la Reconciliación y de la Santa Eucaristía. 

Hermandad: fomentar un espíritu de hermandad en el cual poder compartir unos con otros pensamientos y experiencias. 

Apoyo: estar conscientes de que las amistades castas no solamente son posibles, sino necesarias para llevar una vida cristiana casta; y alentarse mutuamente para iniciar y mantener esas amistades. 

Buen ejemplo/testimonio: vivir la vida de tal manera que sea un buen ejemplo y modelo para
los demás. 

El apostalado Courage en Panamá es muy débil. Debe haber una sesión cada 8 o 15 días, de dos horas y media, para hablar de la condición, compartir y confraternizar pero ha costado, porque los hombres y mujeres no quieren reunirse en grupo, si no individual.
El padre Domingo aclara que no son terapias para sanar nada, es un acompañamiento espiritual. 

Apoyo en la fe 

Para muchos cristianos que aman a Jesús y luchan con la atracción hacia personas del mismo sexo, la belleza del evangelio es que trata con cada área de sus vidas, no solamente con sus expresiones sexuales. Jesús tuvo comunión con los avaros, ¿qué nos impide tener comunión con el homosexual? 

Al final, no estamos tratando de convertir a las personas en heterosexuales; sino que queremos que sean salvas. Debemos fomentar un espíritu de hermandad, en el cual compartir experiencias, y que no enfrenten los problemas de la homosexualidad solos.