,

Testimonios impactan a la juventud

Testimonios impactan a la juventud

Yoel Álvarez es un joven bocatoreño de 18 años que estudia Bachillerato de Ciencias en el Instituto Profesional de Bocas del Toro, su llamado a servir no fue una simple experiencia, sino algo que se desarrolló en varios momentos de su vida, fueron situaciones o experiencias que vivió desde los cinco años, pues él iba a la Iglesia porque sus padres lo llevaban.

No participaba en nada, al contrario se salía del templo para jugar con sus amiguitos.

Un día escuchó una voz, alguien le llamaba, esa voz le decía “Yoel ven, lo llamaba a ir hacia él, en varias ocasiones le repetían ven, ven a mí”, no entendía esto, se alejó de su grupito de amigos, seguían llamándolo, hasta que decide entrar a la Iglesia.

Ese día el padre Roberto Cirauqui estaba dando la misa, se leía el evangelio, era el que decía “Dejad que los niños vengan a mi”, esa voz lo invitaba a seguirle. Desde entonces decidió entrar a la parroquia, ya no se dormía, se metió en los grupos a participar e incluso a leer.

“Al llegar a la adolescencia vienen las trastadas”, según nos dice Yoel, seguía participando en la parroquia pero sentía ganas de retirarse justo después de la confirmación…empezaba a sentir que perdía ese entusiasmo por seguir avanzando.

Se fue dos años hasta que volvió a sentir ese llamado. Una noche esa voz lo visitó y volvió a invitarlo a servir, a ser parte de la iglesia siendo testimonio y sembrando en los demás esa se-milla tan valiosa para los demás.

Ese amor a la Palabra que lo atrapó desde niño ha seguido. Ahora, a sus 18 años, trata de ser el mejor ser humano para su familia y amigos, sus padres han estado allí siempre.

El padre Roberto dejó en él un gran legado y ejemplo que trata con firmeza poder seguir, en la iglesia, en la escuela y con su familia.

Yoel reside en Finca 6, Barriada Arco Iris; sus planes son estudiar Psicología en la universidad, le gusta compartir en familia, disfruta las actividades sanas y practicar deportes, asiste a la parroquia Santa Isabel de Hungría.

Desea ser un ejemplo para los jóvenes, a los que siempre les dice en sus exposiciones que experimenten el amor de Dios, que sean auténticos y que descubran en ellos sus dones y los pongan al servicio de los demás. Los invita a no dejarse influenciar por las malas amistades, más bien estudien y preocúpense por servir a los demás.

Con su ejemplo ha impactado la vida de muchas personas y los jóvenes que comparten con él aseguran que su testimonio de fe los ha motivado a seguir, a servir y a darlo todo por Cristo sirviendo a los demás, a quienes necesitan una palabra, un consejo, una guía.