Debemos buscar actividades que nos unan, siempre y cuando verdaderamente disfrutemos lo que estamos haciendo juntos.
Por Karla Díaz
Cuando te casas y pasan los años, puede que llegue a tu relación de pareja, la monotonía. ¿Dónde quedan las salidas al cine, las cenas, las escapadas a bailar, a platicar? Con la llegada de las responsabilidades de un hogar y también los hijos, mucho de este tiempo que antes se tenía, se ve comprometido. Sin embargo, es muy importante un respiro en la relación que les deje saber que siguen vivos los sentimientos.
Aunque pasemos el día completo con nuestra pareja y tengamos muchas conversaciones, puede que estas nos conecten. Para lograrlo debemos tener conversaciones de calidad, mostrarnos tal cual somos y crear un ambiente de profundidad y confianza. Escucharse es fundamental y expresarse demostrando que hay interés.
Cuando nuestra pareja se interesa por nuestras aficiones y decide compartirlas, nos sentimos valorados.
Esto lo logramos cuando compartimos sueños, miedos, preocupaciones, lo que hacemos en el día a día, teniendo apertura a ofrecer apoyo, a entender las emociones, a escuchar con mucha atención, y respetar los puntos de vista de la otra persona.
La psicóloga Yitzel Zúñiga señala que es muy importante que los padres busquen un espacio para hablar de ellos como pareja, lo que no tiene que ver con un desapego momentáneo de los hijos, sino más bien de la conservación y el cuidado de dos personas que han profesado su amor ante Dios y que se han unido para formar una familia.
“Es importante que estas dos cabezas del hogar, papá y mamá, puedan estar fortalecidas en el amor. Que a pesar de las cotidianidades, rutinas y responsabilidades se hable de un nosotros, no un tú o un yo, sino que ambos puedan hablar de sus sentimientos, responsabilidades, acciones, resolver sus conflictos, al igual que lo hacían en su etapa de noviazgo”, destaca Zúñiga.
Dedicarle tiempo de calidad a tu pareja es de suma importancia, ya que el vínculo prospera y ambos se sienten satisfechos. Cuando hablamos de tiempo de calidad nos referimos a que haya atención, esa chispa que prende la pasión con la presencia plena de parte de ambos.
La especialista destaca que es necesario que se mantenga la unidad, cuidarse, hacer florecer ese amor todos los días y no perderse en la rutina y en el cuidado de sus hijos, para que posteriormente los encaminen hacia Cristo, pues si no hay unión de ambos padres pueden haber situaciones posteriores.
Hay que evitar caer en lo cotidiano
La cotidianidad no es más que la repetición de lo mismo, y si queremos romperla tenemos que empezar a crear espacios de actividades que puedan hacer que toda la familia pueda participar y reunirse.
“Dejar la cotidianidad atrás es olvidarnos del individualismo para encontrarme con el otro, es decir que todo puede realizarse bajo una planificación al igual que en el noviazgo”, señala la experta.
Al compartir tiempo en pareja se potencia la intimidad, se crea una cercanía emocional y hay un crecimiento personal de ambos, ya que estos momentos sirven para conectarnos y resolver algunas situaciones complejas en el futuro. Aunque muchas veces podemos poner excusas como los quehaceres cotidianos, estudio, familia, es necesario desconectarse de lo diario y conectar la mente y el corazón de la pareja.
