Fieles celebraron su rica herencia cultural y su papel perdurable en la historia de Panamá y del continente americano.
Por Betzaida Toulier U.
Pocas veces en la vida se tiene una impresión tan fuerte, de estar tocando la historia con la mano, dijo Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta en la solemne misa celebrada el pasado sábado 29 de junio en Taboga. Y no es para menos, se conmemoraban los 500 años de la Fundación de Taboga y la Primera Misa celebrada en la isla, cuya población es fiel defensora de sus tradiciones y apegada a su fe.
En un recorrido detallado de la historia, recordó que esta Isla se remonta a la época precolombina, cuando era habitada por indígenas que apreciaban su belleza natural. Posteriormente, la isla jugaría un papel crucial durante la conquista y colonización española, sirviendo como punto estratégico y refugio para navegantes y exploradores.
Víspera
Este hecho histórico no podía pasar desapercibido por lo que las autoridades civiles y eclesiales de Taboga desarrollaron un programa especial que culminó el pasado fin de semana con celebraciones religiosas y culturales.
El viernes 28 de junio, víspera de la Solemnidad en honor a San Pedro Apóstol, patrono de Taboga, y víspera de la celebración de los 500 años, fue presidida por el Presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, y Obispo de la Diócesis de Chitré, Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, quien destacó en su homilía la figura de San Pedro en la construcción de esa primera Iglesia.
Solemnidad
La mañana del sábado 29 de junio, día de la Solemnidad de San Pedro, salió la procesión acuática presidida por el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta. Unas 20 lanchas surcaron las aguas del mar Pacífico mientras fuegos pirotécnicos anunciaban la gran fiesta. La banda de música animó durante todo el recorrido.
En horas de la tarde, Monseñor Ulloa junto al párroco, José Zapolski, y demás concelebrantes, entraron en procesión para iniciar la celebración eucarística a la que asistieron fieles de Taboga y visitantes.
Terminada la misa salió la procesión, que recorrió las estrechas calles de Taboga, y cerró con fuegos artificiales.