Este género lo encontramos principalmente en el AT. Sus representantes son los profetas. La palabra “profeta” viene del idioma griego y quiere decir “el que habla en nombre de alguien”; en el caso de la Biblia, profeta es el que habla en nombre de Dios.
El profeta no es una persona cuya función consistiría en “predecir el futuro”, como dan a entender algunos diccionarios. El vocablo “profeta” encierra la idea de palabra. Es un hombre que habla abiertamente para pro-clamar lo que dice Dios.
Los profetas transmiten a los demás su experiencia de fe. Su predicación busca denunciar y anunciar. Insisten en que hay un solo Dios, que Él es Justo y que hay un Salvador y un Reino futuro.
Denuncian: idolatría, injusticia, desconfianza, formalismo e hipocresía.
Anuncian: religión interior, justicia, santidad, confianza y amor.
Los hubo en todos los tiempos de la historia de Israel. No conocemos a la mayoría de ellos, porque no fueron “escritores”. A partir del siglo VIII aparecieron los que además de hablar en nombre de Dios, pusieron por escrito los oráculos. Así comenzaron, sin saberlo, a escribir la Biblia.
Algunas características del género profético son las siguientes:
- El profeta recibe de Dios el mensaje que debe comunicar al pueblo a través de visiones, sueños, reflexiones e intuiciones.
- El mensaje que comunica el profeta no es suyo; por eso, siempre habla en nombre de Dios y utiliza expresiones como éstas: “así dice Yahvé”, “escuchen la Palabra de Yahvé”.
- El profeta comunica la voluntad de Dios utilizando discursos, oráculos o sentencias proféticas, símbolos, imágenes y hasta dramatizaciones. Jeremías y Ezequiel son ejemplo del uso de representaciones simbólicas.
ANÁLISIS DE UN JUICIO PROFÉTICO
Sumario: El profeta se enfrentaba, generalmente, a situaciones que atentaban contra la pureza religiosa.
En los juicios proféticos encontraremos los siguientes elementos:
Dios, que toma la iniciativa: el profeta está convencido que su predicación es mensaje de Dios, que llama al cambio.
Acusación: Yahvé señala las injusticias y pecados cometidos por el pueblo, infiel a la Alianza.
Sentencia del juicio: precedida por la fórmula “por eso ustedes…”. A veces, al profeta le parece muy dura la sentencia de Dios e intercede ante Él en favor del pueblo.
Termina la profecía con un anuncio para el futuro, generalmente de castigo, si no hay conversión y enmienda.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
“CHRISTUS VIVIT”
(95-102)
PONER FIN A TODO TIPO DE ABUSOS
En los últimos tiempos se ha reclamado a la Iglesia que escuche el grito de las víctimas de los distintos tipos de abuso que han llevado a cabo algunos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Este fenómeno está muy difundido en la sociedad y afecta también a la Iglesia y representa un serio obstáculo para su misión.
El Sínodo renueva su firme compromiso en la adopción de medidas rigurosas de prevención que impidan que se repitan, a partir de la selección y formación de aquellos a quienes se les encomendarán tareas de responsabilidad y educativas.
Existen diversos tipos de abuso: de poder, económico, de conciencia, sexual, etc. El deseo de dominio, la falta de diálogo y de transparencia, las formas de doble vida, son el terreno en el que prospera la corrupción.
Gracias a Dios, los sacerdotes que cayeron en estos horribles crímenes no son la mayoría, que sostiene un ministerio fiel y generoso.
En medio de este drama, Jesús Nuestro Señor nos da la fuerza y los instrumentos para un nuevo camino, para abrirnos a un nuevo Pentecostés.
Lectio Divina
(Jn 20,19-23)
CONTENIDO: (167)
Leer:
Los discípulos están encerrados por miedo a los judíos. Se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La Paz con vosotros” y les mostró sus heridas. Los discípulos se alegraron. Jesús nuevamente les dijo: “La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío” y sopló sobre ellos diciendo: “Recibid el Espíritu Santo”, dándoles poder para perdonar los pecados.
Meditar:
Espíritu y viento se expresan en hebreo con la misma palabra: “ru´ah”, que se puede traducir por “aliento” o “principio de vida”. Al soplar sobre los discípulos, Jesús nos dona un nuevo nacimiento, una nueva creación. Ahora seremos una nueva humanidad.
¿Confieso de corazón que gracias al don del Espíritu Santo realizo mi tarea evangelizadora? ¿Me he preparado espiritualmente para recibir el Espíritu Santo en esta Solemnidad de Pentecostés?
Orar:
Gracias Jesús, por darme tu Espíritu. Permite que sea capaz de transparentarlo en mi historia.
Contemplar:
Experimentar un nuevo bautismo de fuego, que transforme mi decisión por la caridad en la verdad.
PARA REFLEXIONAR
CONTENIDO: (45)
Reflexiona en los siguientes temas:
- Lee el relato del profeta Natán y David (2Sam 7,1-29). ¿Cuál es la actitud de Natán y cuál la de David? ¿Cómo traducir este texto en nuestra propia vida?
- ¿Creo en el perdón de los pecados a través del Bautismo y la Confesión?