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Valoremos el papel de mamá

Valoremos el papel de mamá

Creo que todos, como jóvenes, hemos pensado alguna vez que no le dedicamos el tiempo a mamá como es debido. Suele ocurrir que cuando alcanzamos la adolescencia o ya somos jóvenes adultos, mamá pasa a estar en un segundo plano donde compartir es más difícil, conversar de temas puntuales lleva agenda y hasta salir resulta caótico porque estamos enredados con la Universidad y el trabajo. Incluso, nos ocupamos tanto en el mundo y nuestros gustos que llegamos a casa solo a dormir y algunos tratan de irse de casa temprano para alcanzar la independencia. Entonces, mamá queda como una persona que debe cumplir con su deber de dar dinero, de resolver situaciones críticas y de estar allí para preparar la cena o ser la caja emergente si los asuntos financieros se complican. Y sí, es el papel de mamá. Pero algo cambia cuando crecemos, porque primero vemos a mamá como la heroína de nuestros problemas y hasta nos sentimos inseguros si ella está lejos, pero con el paso de los años nuestra conexión se va desgastando y es nuestro turno como hijos agradecidos por todo lo que ella ha dado por nosotros de ser ahora los que tenemos detalles y gestos de amor constantes a ella. Por eso, hoy quiero invitarte a quitarte la venda que no te permite ver a tu mamá como lo que es en realidad: un ángel. Una mujer protectora que desde tu infancia cuidó de ti y buscó darte siempre lo mejor, ahora te toca a ti ser ese hijo alegre que busca llenarla de detalles para decirle “gracias” de muchas maneras.

Y no se basa en un trato material o un intercambio de regalos, sino de demostrar cada día con una llamada, un abrazo y el tiempo para compartir que estás feliz de tener a esta gran mujer en tu vida. El día de las madres nos recordó que Jesús tuvo un soporte completo en la Virgen María, desde su concepción hasta su muerte en la Cruz. Veamos en el trato de Jesús a María lleno de amor el ejemplo a seguir para fortalecer los lazos con nuestra madre.