50 años de frutos al servicio de la iglesia

50 años de frutos al servicio de la iglesia

La parroquia La Santa Cruz en Chilibre celebró sus 50 años de caminar en la fe, con la feligresía de las 29 capillas, todas trabajando bajo el esquema propuesto de las Comunidades Eclesiales de Bases (CEBs), de la cual han surgido abundantes frutos, de manera particular a la vida consagrada: el padre Arnulfo Jiménez, el padre Irenio Quintero y el padre Raúl Gómez.

En la misa solemne celebrada el pasado domingo 12 de mayo, estuvieron presentes los sacerdotes: Patricio Hanssens, párroco, el presbítero Gerardo Manderfield, diocesano en Managua, Nicaragua, Irenio Quintero, Raúl Gómez, Arnulfo Jiménez, Remigio Santana, y quien presidió, Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá.

Al dirigirse a los presentes, Monseñor Ulloa agradeció a toda la comunidad parroquial el esfuerzo extra y el aporte que brindan en seguir instaurando el reino de Dios a tiempo y destiempo. “Aprovechen esta circunstancia para reflexionar sobre la naturaleza y misión de la parroquia en las circunstancias actuales”, resaltó además de reconocer el valioso papel de las Hermanas Esclavas de Cristo Rey, en especial la religiosa Nieve que lleva 40 años de servicio ininterrumpido en esta comunidad.

Organización

El padre Patricio Hanssens actual párroco, nombrado en 1986 señaló que, el trabajo pastoral en la Iglesia  se impulsó para formar celebradores. Ellos son formados anualmente, son laicos que ejecutan estas tareas, pero no se trata de un celebrante al estilo de algunos delegados que sólo reflexionan la Palabra, van más allá.

“Una comunidad solo puede mantenerse si se reúne cada domingo para trabajar su fe”, comenta el sacerdote Hanssens, “esta no es una charla más duran-te la celebración del Domingo, es un encuentro donde todos comparten juntos”, enfatizó.

En esta parroquia hay sectores aunque la Celebración se hace en las capillas los domingos, las demás actividades pastorales se realizan en los sectores para mantener relación con las familias y no se deja de realizar ninguna actividad de la Iglesia para que siempre haya acción pastoral.

Estructura

La parroquia está compuesta por las comunidades de: San uan de Pequení, Mono Congo, Quebrada Ancha, Peñas Blancas, Quebrada Benítez, Victoriano Lorenzo, Río Indio, Agua Buena, La Unión, El Roble, Altos del Río, San Vicente, El Ñajú, Buenos Aires, Chilibrillo, Nuevo Chagres, Villa Unida, Chilibre Centro, Unión Veragüense, Agua Bendita, Don Bosco, Nuevo Caimitillo, Guarumal, Nuevo México, Caimitillo Centro, Los Pinos-San Antonio, Calzada Larga, Las Albinas.

En esta parroquia se encuentrean activas la pastoral juvenil, catequesis familiar, pastoral litúrgica, pastoral social, pastoral de fronteras, Movimiento Juvenil Llamas, catequesis de infancia, catequesis familiar pequeñas comunidades Juveniles PCJ, catecumenado, bautismo, Centro de Formación de la Mujer y  el  Centro de Formación y Crecimiento Personal.

Pastoral Juvenil

Yirza Puga asegura que, trabajar con los jóvenes de estas generaciones requiere explotar el uso de las tecnologías y es un ambiente que según nos dice, no podemos dejar a un lado, “son más de 200 jóvenes de diferentes capillas y comunidades quienes participan en todos los eventos que se pro-ponen y es ahí donde ellos se van involucrando en otras tareas propias de la parroquia.

Algunos ejemplos de actividades juveniles son las peregrinaciones a Río Indio el 1 de mayo para la fiesta de San José Obrero, la peregrinación de La Candelaria en la comunidad de Victoriano Lorenzo que se realiza el 2 de Febrero, además de la caminata de la familia, por la paz y la ecología, donde participan todos los grupos, organizada por las comunidades juveniles y la pastoral familiar.

Desarrollo Social

El trabajo pastoral se enmarca en el anuncio del Evangelio, la celebración y la proyección social con lo cual las comunidades desarrollan proyectos para su sustento, como el cultivo del café, cultivo de abejas para la miel y promover el turismo rural dado que su entorno y naturaleza son atractivos para ello.

La fiesta donde se manifiesta la solidaridad con los campesinos es la Feria del Lago Alajuela. Las comunidades de la Unión Campesina, son apoyadas, así durante el año para lograr un sustento. La Unión Campesina está compuesta por siete comunidades que no poseen recursos para su subsistencia, indirectamente con los beneficios de la feria y otras actividades los residentes de estas comunidades se apoyan.

Otros proyectos que se ejecutan en las comunidades de manera sostenible son el Comité de Turismo de Quebrada Ancha, uno de los modelos en turismo rural comunitario. También esta la producción de Ají Chombo en la comunidad de San Juan de Pequeni un producto natural  denominado Picante Bellaco del Alajuela.

En la época de verano se desarrolla la venta de Tilapia (pescado con trasmallo) y Sargento (pesca-do con anzuelo), peces que son obtenidos del Lago Alajuela.  Esta es una Iglesia donde nadie pasa necesidad, porque los problemas son resueltos en comunidad y con proactividad.

Algo de historia

A partir de octubre de 1962, el Concilio Vaticano II fue sin lugar a dudas el mayor acontecimiento de la Iglesia Católica durante el siglo XX que renovó de forma contundente las estructuras pastorales de la Iglesia y su presencia en los diferentes ambientes las relaciones con la sociedad, la política y la cultura fueron renovadas por el espíritu del Concilio Vaticano II.

Monseñor Marcos McGrath, obispo auxiliar de Panamá en aquel entonces, a principios del año 1963 desgina a un equipo de sacerdotes de la diócesis de Chicago que llegó para iniciar en San Miguelito una experiencia eclesial encarnada en la vida de la gente y con una participación activa de los laicos.

En Chilibre se organizó este modelo de Iglesia, pueblo de Dios, en medios populares, bajo el impulso del equipo pastoral de San Miguelito, entre los que se encontraban el padre Roberto McGlinn, primer sacerdote residente en esta comunidad.

En marzo de 1969 fue nombra-do el sacerdote Gerardo Manderfield, misionero de la diócesis de Marquete, Estados Unidos, como responsable del área misional de Chilibre, bajo su liderazgo se organizó el equipo pastoral incorporando a las Hermanas Religiosas “Esclavas de Cristo Rey”. Desde este momento se inició un trabajo pastoral sistemático de comunidades eclesiales de base.

El padre Manderfield, afirmó que “inicié con cuatro comunidades: Agua Bendita, Buenos Aires, Calzada Larga y Río Indio, al re-tirarme hace 34 años dejamos 19 capillas y ahora hemos regresado para los 50 años y encontramos 29 capillas establecidas, me regocija mucho cómo siguen creciendo”.

“Considero que soy un eslabón en la cadena que tenía que tener un principio, doy gracias a Dios porque pude contribuir con esta parroquia, además de haber encontrado las CEBs en Panamá, algo muy valioso que lleve también a Managua, Nicaragua, don-de estoy actualmente”.

Entre sus anécdotas Manderfield, recordó a la familia Bonilla que siempre le acogió y apoyó en todo, además de los voluntarios de Michigan y Bélgica, “sin ellos no hubiera sido posible lograr esta valiosa obra”, puntualizó.