Siendo las 8 de la mañana nos dispusimos a salir del Puerto El Vigía, ubicado en la comunidad del Veinte en Chilibre, muy cerca de la Diócesis de Colón y en las rivieras del Lago Alajuela. Junto a periodistas alemanes y miembros de la fundación Adveniat emprendimos una larga travesía por el Sendero del Colibrí hasta llegar a nuestro destino, la comunidad de Quebrada Ancha.
En medio del Lago Alajuela, el Presidente del Comité de Turismo de esta región, Jorge Ismael Muñoz, explicó en detalle lo que sería esta travesía hacia el sendero del Colibrí. Al llegar a la entrada del sendero los visitantes fueron guiados para recibir la información que el guía les proporcionaría.
Se trata de una travesía de turismo rural comunitario. Los guias, nada menos que los propios pobladores, en su recorrido por la finca del café orgánico y la ruta de la miel, que enmarca el trabajo y dearrollo de estos rubros. Asimismo se dio con la pesca artesanal, las artesanías, todo en medio de una abundante flora atractiva para los visitantes sorprendidos por tanta belleza natural.
Según Inés Klissenbauer, Directora de Proyectos de Adveniat Alemania, esta visita en compañía de periodistas alemanes busca plasmar todo lo que promete el proyecto turístico y su ejecución en Panamá, dado que esta fundación aporta al desarrollo de estos programas comunitarios en el sector de Quebrada Ancha. «Estamos seguros que los videos impactarán a los europeos que se interesan por conocer esta experiencia», comentó.
En su recorrido los periodistas documentaron entrevistas a los habitantes, recabaron detalles de cada una de las rutas recorridas. Destacaron la finca de café orgánico en la que pudieron degustar un rico desayuno con tilapia y yuca hervida, además de probar la miel que se produce en el apiario ubicado en el sendero del Colibrí. Tomaron agua de coco directo de la pipa y también les hicieron una demostración del apiario donde están las abejas que producen la miel que la misma comunidad comercializa.
Turismo comunitario
Para Denia Manguelis, Coordinadora de la Pastoral de Turismo de la Arquidiocesis, «llevmos un caminar de fe y un proceso de formación en el área turística, esta comunidad se ha organizado para hacer trabajo en equipo, algo que muy pocas veces se puede apreciar en regiones similares, pero que resulta de un alcance positivo y es un ejemplo a imitar para los demás».
Para el padre Eusebio Muñoz, de la Parroquia Cristo Redentor en San Miguelito, «esta travesía ha sido inolvidable porque se logra mos compartir con la gente que vive acá y que esta empoderada de sus recursos, sirviendo con empeño y dedicación a los visitantes, es una muestra de la presencia viva que hace en ellos el amor y la misericordia de Dios», puntualizó.
Por su parte, el padre Patricio Hanssens, párroco de Santa Cruz de Chilibre y Director de la Pastoral Social Cáritas, recordó que desde hace 10 años se está promoviendo el turismo rural comunitario. «No queremos hacer un turismo de masas sino un turismo donde las personas tengan una experiencia de vida comunitaria y aprendan a apreciar la ecología del bosque tropical y conocer la historia del Camino Real», explicó el sacrdote.
El turismo comunitario se presenta como una alternativa de trabajo. «Es por eso que es necesario promoverlo pues ayuda a la comunidad a tener un ingreso adicional fuera de la pesca, el café y las artesanías que producen, y de esta manera las comunidades avanzan en su desarrollo», acotó el padre Hanssens.