Por la velocidad de su crecimiento las necesidades nutricionales de los adolescentes aumentan;
no obstante, un importante número de jóvenes están desarrollando malos hábitos alimenticios, que colocan en riesgo su salud.
La Licenciada en Nutrición de la Policlínica Presidente Remón (PPR) perteneciente a la Caja de Seguro Social, Ariany Ríos, explicó que el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares entre un importante segmento de la población joven se asocia al sobrepeso y a la obesidad, aunado al hecho que no realizan actividades físicas.
Puntualizó que también existe un patrón irregular en las comidas, donde los jóvenes se “saltan” el desayuno y el almuerzo; pero en cambio cuando cenan, lo hacen en exceso.
La nutricionista afirmó que hay actividades como el pasar muchas horas frente a los videojuegos o chateando que desencadenan en el mal hábito de no comer en los tiempos precisos.
Destacó que para saciar su apetito -quienes comen a deshorasrecurren a los ‘snacks´ que son
altos en grasas trans (grasas que se forman en el procesamiento industrial de algunos alimentos).
Entre las razones que muchos jóvenes en edad escolar cometen estos errores y comen tentempiés altos en calorías, es que existen padres que consideran que sus hijos son lo suficientemente maduros y les entregan dinero para que ellos compren lo que les satisfaga, puesto que como están laborando no pueden cocinarles.
Ante esta situación insta a los responsables del hogar a estar vigilantes de que están adquiriendo sus vástagos para comer. Precisó que a pesar que está el celular con el qué pueden llamarlos a cualquier hora, existen padres que no están vigilantes sobre lo que el niño está llevando a la casa para comer.
Precisó que a pesar que está el celular con el qué pueden llamarlos a cualquier hora, existen padres que no están vigilantes sobre lo que el niño está llevando a la casa para comer.