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Ángeles Blancos y guerreras de la salud

Ángeles Blancos y guerreras de la salud

Miss Mónica ha seguido, además, el consejo que le dio su madre: “Mónica, atiende cada paciente como si fuera yo”.

G. Cáceres/Y. Walcott/Z.Sanchez/D. Díaz

Miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino aquellos que se entregan para servir a los demás”, expresó el santo padre Francisco en la homilía del Domingo de Ramos de 2020, en la que hizo alusión a la entrega de los encargados de brindar salud durante la pandemia por la COVID -19, entre ellos las enfermeras.

El pasado 12 de mayo, se conmemoró a nivel mundial el Día Internacional de la Enfermería, en conmemoración del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna.

Monseñor Ulloa, durante la homilía por la celebración de esta fecha, dijo por su parte que “somos conscientes que la enfermería es una profesión que exige entrega, compromiso, pero sobre todo un incansable amor al prójimo”.

Expresó que esta profesión es vocación de servicio para el cuidado de la vida, la salud, el bienestar del individuo y la comunidad.

Pensamientos
  • “Si vemos en el paciente, a nuestra madre, la situación será más llevadera, ellos no vienen a un hospital para pasear, sino porque tienen una necesidad”, dijo Miss Mónica.
  • “Se puede contar con equipo de alta tecnología, con mucha riqueza dentro de un hospital, pero la riqueza más grande es la calidad humana”, Miss Ríos.

Panorama Católico les ofrece en esta edición testimonios de estas guerreras de luz, que llevan con amor y dedicación, la salud.

Debido a la pandemia, muchos de los llamados ángeles blancos llegaron a padecer de COVID-19, pero su fe inquebrantable en Dios y sus designios, les permitieron cimentar el propósito para el que fueron llamadas.

Una de ellas es la enfermera Mónica Camarena, encargada del programa Maternal dentro de la Policlínica Presidente Remón, quien al ser afectada por el SARS-CoV-2, cae hospitalizada en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, donde es internada en la unidad de Cuidados Intensivos.

 A un año y días después de este episodio, en la participación del festejo para las enfermeras que organizó la unidad ejecutora donde labora, realizan el popular concurso de reina de las enfermeras y fue proclamada soberana. Aunque para muchos fue el azar, para ella fue la voluntad de la providencia divina, como una señal de victoria.

 “Yo salí el Domingo de Resurrección de Cuidados Intensivos, yo una simple mortal, esto significa mucho, Dios me sacó de la muerte y sigo aquí, porque tengo un propósito: servir”, concluyó Miss Mónica.

Con vocación para el servicio

LLAMADO. «Tienen vocación de ángeles», les ha dicho el Arzobispo José Domingo Ulloa Mendieta.

Otra de estas profesionales encomiables es la licenciada Yesica Concepción,  quien presta sus servicios en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid desde hace 17 años y actualmente está a cargo del programa de pacientes ostomizados.

“He tenido una relación enfermera-paciente, donde brindar la orientación, el apoyo emocional, suplir las necesidades es fundamental para que el  paciente ostomizado  se   reintegre a la sociedad, como una persona con una nueva condición, pero con muchas oportunidades”, señaló.

Entre tanto, licenciada María Ríos, jefa del Departamento de Enfermería del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH), expresó que “ser enfermera es vocación, pasión, es estar al servicio y a la entrega de los demás, sin mirar quién necesita de uno”.

“El trabajo de enfermería es delicado, y en ocasiones difícil, ya que toca lidiar con episodios tristes, pero dentro de todo le digo a mis colegas que una sonrisa, una palmadita en el hombro, una mirada, palabras de aliento o simplemente estar al lado de ese paciente que lo requiere, para el paciente y su familia es importante”, declaró.

Confirmó la Lcda. Ríos que se puede contar con todo un equipo de alta tecnología, con todo el insumo necesario para trabajar, pero jamás se debe olvidar que la riqueza más grande es la calidad humana y el profesionalismo con el que se debe llevar a cabo tan noble profesión.