¡Aquí se nace de nuevo!

¡Aquí se nace de nuevo!

Raúl, ¿cómo puedes “nacer de nuevo” si ya estás viviendo? le preguntamos a este joven de la Comarca Ngäbe Bugle que vive desde hace casi tres años en la Fundación Casa Hogar Buen Samaritano.

A lo que contesta: “A este lugar llegué a las 5 de la tarde de un 21 de septiembre del 2016, muerto de miedo, calvo, pesando 30 libras, arrastrándome porque no podía caminar”.

Agrega que entró sin fe, creyendo que le quedaba poco tiempo de vida y que era la única persona que sufría de tal manera. En este tiempo su estilo de vida ha cambiado rotundamente. Hoy es un hombre lleno de fe, agradecido con Dios por esta segunda

oportunidad de vida, tratando de sensibilizar a la juventud con su historia en especial a los de su Comarca. Al igual que muchos chicos que se vienen a trabajar y estudiar a la capital, se dejó deslumbrar por las fiestas, discotecas, cometiendo errores a pesar de haber sido advertido por su hermana, hasta el momento su único apoyo familiar.

“Cuando cobraba en el trabajo me sentía dueño del mundo, tomaba muchas pintas y me olvidaba por completo de mi sueño de ser abogado y de mi abuela, quien se encargó de mí, luego de haber sido abandonado por mi madre a los cinco años” afirmó Raúl.

“En este lugar me encontré conmigo mismo y con Jesús, entendí que mi enfermedad es mi cruz, y si no hubiese pasado por esto no habría conocido la Palabra de Dios, acá un buen samaritano  me abrió las puertas par aceptarme como soy” dijo.

El milagro del paralítico

Así como Jesús hizo caminar a varios paralíticos, manifestó su poder nuevamente en este joven indígena lleno de fe. Raúl tuvo la oportunidad de saludar el pasado 27 de enero al Papa Francisco y de regalarle una artesanía hecha por él. De su mensaje le quedó retumbando en la mente y el corazón esa frase: ¡Aquí se nace de nuevo!. 

“Y es así; yo pasé de la amargura y el dolor hacia el amor de Dios, deseo vivir según su voluntad. Ese día, en la tarde, luego de recibir la bendición del Papa, sentí una fuerza muy grande y pude caminar, dejé a un lado la silla de ruedas y hasta el momento camino con ayuda del bastón, a pesar de que los médicos me aseguraban que novolvería a caminar”.