Se hace un informe sistematizado de experiencia y debilidades. Eso se envía al Tribunal Electoral, y se usa por el plan general de elecciones para ir haciendo los ajustes necesarios.
Por Karla Díaz
A pocas semanas de las elecciones generales del domingo 5 de mayo, la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia católica cuenta con casi 4 mil Observadores Electorales, laicos, jóvenes y adultos, quienes serán los encargados de vigilar que el ejercicio del voto se desarrolle de la mejor manera.
Maribel Jaén, secretaria ejecutiva nacional de la Comisión de Justicia y Paz, destaca que por primera vez, se va a contar con un número importante de observadores.
“Son alrededor 7,600 mesas de votación y la comisión tendrá alrededor de 4 mil observadores. Eso es importante porque genera confianza, porque no somos partidarios, porque somos independientes, y hacemos la observación doméstica responsable en un proceso electoral inédito, lo que ha significado para el equipo, más preparación”, dijo.
En las comunidades se están organizando debates y hay mucha participación de jóvenes, lo que ayuda al voto informado.
En este sentido, Daniel Gómez, coordinador de comunicación de la Oficina de Observación Electoral, destaca que hasta el día de hoy se han formado muchas personas en la arquidiócesis, y también se han realizado giras por las distintas diócesis del país para formar a los facilitadores y soportes, mismos que serán los que se van a reunir con los inscritos como observadores de cada provincia.
“La formación que se está brindando consiste en la familiarización con la aplicación, el nuevo método digital que se implementará este año, para que el día de las elecciones, los observadores sepan cómo utilizarlo”, señaló.
Gómez agrega que el observador debe descargar la aplicación, colocar un nombre de usuario y contraseña otorgada por la oficina, luego completar las encuestas, antes de que inicien las votaciones, durante la votación, en horas de la tarde, y al finalizar.
¿Cómo se vislumbra el panorama?
Maribel Jaén señala que han visto una población con algunas características de fragmentación, frustración, enojo, una grave crisis de las elites políticas que no generan confianza, y eso requiere que los laicos comprometidos con este país podamos participar de manera activa generando mayor seguridad el día de las elecciones.
“El proceso es muy largo, el servicio que ofrece la iglesia es desde las elecciones, para que se respete la voluntad popular en cada una de las mesas de votación, donde estaremos observando, registrando y reportando”, dijo
También insistió en que ahora se encuentran en la fase de formación, sobre todo porque como ya se mencionó, este año los datos se manejarán de forma digitalizada, por lo que, aunque la persona se haya inscrito, si no se ha formado, no podrá ser observador.
Es importante recalcar, que el 80 % de observadores inscritos son jóvenes de nuestras universidades, UDELAS, UTP, USMA Y UP, porque no es sólo el servicio que se brinda este día, sino el ejercicio que permite tomar conciencia a los jóvenes que van a hacer una etapa de formación y gran responsabilidad.
¿Y si se dan situaciones?
Siempre pueden darse situaciones de violencia y anomalías, para ello están los Delegados Electorales, ya que los observadores solo registran. Pero, además, cuentan con un equipo de abogados, más de 20 en la ciudad de Panamá, y otros en las diócesis, que harán las consultas, junto a los supervisores y coordinadores, para resolver dudas y situaciones que se puedan dar.
“Hay una estructura bien definida y trabajada, estamos acreditados por el Tribunal Electoral, y es un número importante de observadores, sin duda un servicio de la iglesia a través de los laicos para generar confianza”, respondió Maribel.