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Catequesis que despierta la alegría del encuentro con Jesucristo

Catequesis que despierta la alegría del encuentro con Jesucristo

Como catequistas, nos alegramos por la manera como el Papa Francisco describe algunas dimensiones del encuentro entre catequistas y sus interlocutores en su exhortación apostólica La Alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium). En ella confirma la clave de todos los encuentros de catequesis: “El anuncio de la Palabra y las actividades centradas en torno a ella” (EG 166), y describe otros elementos que deben estar al servicio a ese anuncio de la Palabra durante el desarrollo del encuentro: “una adecuada ambientación y una atractiva motivación, el uso de símbolos elocuentes” y sobre todo, la conexión que debe haber entre cada encuentro y el proceso de crecimiento de las personas dentro de una comunidad.

La riqueza de nuestros encuentros se aprovecha mejor cuando a estos elementos mencionados agregamos un lenguaje positivo. Es decir, no decir tanto lo que no hay que hacer sino lo que podemos hacer mejor. En todo caso, siempre intentar mostrar un valor positivo que atraiga, para evitar la que-ja, el lamento, la crítica o el remordimiento. Podemos decir que una catequesis en positivo siempre da esperanza, orienta hacia el futuro, no nos deja encerrados en la negatividad y fortalece el vínculo entre Jesús y nuestros interlocutores.

Por lo tanto, otra tarea necesaria es procurar que la catequesis sea con lenguaje sencillo, tenga unidad temática en torno a la Palabra de Dios, un orden claro y una conexión entre las frases, de manera que las personas puedan seguir fácilmente al catequista y captar la lógica de lo que les dice, de modo que la catequesis sea el puente que conecta a las personas con la Palabra de Dios, y su efecto vivificador generador de verdadera alegría.