Panamá entró en la historia europea al llegar los españoles a este territorio en 1501. Al llegar a estas tierras se encontraron con grupos indígenas, que habían ocupado el mismo miles de años antes que llegaran. El Doctor Richard Cooke, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, sitúa las “primeras evidencias de grupos humanos en Panamá aproximadamente hace unos 11,000 años. De esta época se han encontrado herramientas de piedra clásica, como puntas de lanzas, raspadores, cuchillos para matar, desollar y descuartizar mamíferos ya extintos.” Asegura, que llegaron provenientes de Mesoamérica, cazadores y recolectores que una vez establecidos se dedicaron a la pesca, y al entrar en contacto con grupos con mayor conocimiento tecnológico aprendieron la agricultura y la cerámica. Vivían en tribus emparentadas por la sangre y por matrimonios, en donde los ancianos servían de consejeros del líder o cacique y la religión tenía un papel preponderante. Los españoles trajeron grupos del sur del Sahara, de piel negra, dedicados a la guerra y a esclavizarse entre las diferentes tribus y fueron utilizados en labores domésticas, pero con el hallazgo del Nuevo Mundo, estos grupos fueron esclavizados. Panamá se convirtió en un centro de distribución del comercio de esclavos negros a las colonias americanas para los trabajos en las fincas y las minas, cuando la Corona sancionó como ilegal el tratamiento de los indígenas como esclavos. Sin embargo, por las características comerciales del Istmo, los esclavos negros fueron utilizados principalmente para el transporte de las mercaderías que pasaban por el Camino Real o el Camino de Cruces.”