¿Cómo liberarse de la envidia?

¿Cómo liberarse  de la envidia?

Padre Javier Soteras

¿Cómo defendernos de la envidia para que la confianza no sea dañada?, Víctor Manuel Fernández lo explica en 3 palabras: perdón, alabanza y bendecir.

Perdón

Lo primero es perdonar, porque si alimentamos el rencor y deseamos el mal a los envidiosos complica las cosas y se produce un espiral de violencia y la Palabra de Dios nos pide que no alimentemos ese veneno. En lo posible y en lo que dependa de nosotros vivamos en paz con todos, “no se hagan justicia por su propia cuenta”. Si tratamos de comprender la debilidad del otro, si le pedimos cada día al Señor la gracia de perdonarlo, y le entregamos al Señor nuestro dolor, el perdón terminará por desatar los nudos de la convivencia.

Alabanza

Una oración maravillosa es la alabanza, que levanta el corazón hacia Dios y lo saca de la angustia interior, de las tristezas, de las amenazas y los temores. Puedo alabar a Dios en medio de las peores tormentas. 146 “Alaba alma mía al Señor… ” Pero también puedo hacer una alabanza, por algo bello que Dios haya hecho en esa persona que nos está haciendo daño. Es un intentar encontrarle un costado bueno al que me busca mi costado malo. Es un salir de la tormenta y volar por encima, desde la oración y la alabanza.

Bendición

Bendecir a una persona que nos trata mal. Si el Señor la bendice esa persona ya no necesitará más envidiarnos. Cuando odiamos alimentamos el fuego de la violencia y terminamos cada día más dañados. Cuando bendecimos a alguien estamos deseando que resuelva la dificultad de su corazón, que se curen sus tristezas…. si el Señor bendice a esa persona y le regala la alegría interior, la santidad, el verdadero amor, entonces se despertarán todas las gracias que el Señor tenía dispuesto y por acción del mal, el envidioso llenó de envidia.