Desde el 22 de julio, empiezan a salir los grupos de voluntarios y peregrinos de Panamá hacia Portugal, para preparar el camino de encuentro con el papa Francisco.
Por Karla Díaz/Fotos Omar Montenegro
La emoción era evidente… más de 500 jóvenes que participarán de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, Portugal, el próximo mes de agosto, celebraron la eucaristía en la cual los Obispos de la Conferencia Episcopal Panameña los enviaron a vivir esta experiencia de amor y de encuentro con Cristo, el papa Francisco y los jóvenes del mundo.
Blanca Villegas, una joven peregrina, destaca que vivir la Jornada Mundial de la Juventud aquí en Panamá es una de las mejores experiencias que ha tenido, y que, de hecho, dio pie a su formación antes de decidir participar en la Jornada de Lisboa 2023.
“Cada jornada que se realiza, es una experiencia de amor, de retos y de alegría; una oportunidad que se nos brinda a los jóvenes del mundo a vivir el amor de Dios, pero a través de nuestros hermanos, como comunidad, y también viendo el ejemplo del papa Francisco que nos inspira a ser católicos con ansias de alcanzar la santidad”, dijo Blanca.
Fue hermoso ver la parroquia Santísima Trinidad repleta de jóvenes, llenos de esperanza; muchos de los cuales salen por primera vez del país en busca de respuestas, en busca del mensaje de amor que se transmitirá a escala mundial en esta jornada.
En la misa se realizó una oración especial de envío y se les entregó a los jóvenes peregrinos y voluntarios, la imagen de Santa María la Antigua y la bandera de Panamá, un momento especial que sacó algunas lágrimas de nostalgia.
Orlando Cedeño es otro joven peregrino que siente esta JMJ de Lisboa como un camino de entrega, un camino de compromiso, “pero sobre todo de alegría por encontrarme con tantos jóvenes del mundo que, siendo diferentes por nuestras culturas, lenguajes y formas de ser, tenemos algo en común, y es que celebramos que Cristo está vivo y que nos ama”, señaló.
Sin duda será para ellos una experiencia que les ayudará en su crecimiento espiritual, sobre todo, al regresar a casa y traer ese mensaje de amor a los demás jóvenes de sus parroquias.
En la homilía
Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá aseguró a los jóvenes que la jornada que pasarán en Lisboa les ayudará a reafirmar su vocación.
“Seamos generosos como María y encontraremos la felicidad plena. La vocación no es una conquista personal e individualista, es el celo amoroso de Dios que nos hace más pertenencia suya, más libres y auténticos” afirmó
Sea cual sea la vocación les exhortó a no tener miedo. “Si eres generoso y con disponibilidad confiada ante Dios, madurarás y avanzarás en la vida” dijo.
Invitó a los jóvenes a no olvidar que quien les va a llevar de su mano será María, quien les hablará e invitará a conocer, amar, vivir y hasta pensar con la Palabra de Dios.