Panamá debe aplicar el Decreto 305 del 2002, sobre el procedimiento de consentimiento funda-mentado previo, de manera enérgica, que en su artículo 5, menciona que todo plaguicida, prohibido en 4 estados, inmediatamente debe ser prohibido su uso en Panamá.
Isabel Atencio
La noticia procedente de Costa Rica sobre la venta, por parte de Panamá, de productos alimenticios con plaguicidas que excede los niveles permitidos, no deja de ser alarmante, porque en la misma se agrega que en el país se utilizan más de 65 productos, cuyo uso está prohibido a nivel mundial por sus afectos adversos.
El hacerlo representa un gran peligro para las plantas y animales e incluso, según estudios publicados por la OMS, ocasiona enfermedades al ser humano, incluyendo la muerte.
Un caso particular
Hace algunos años, un sobrino de 15 años que se dedicaba junto a su familia a la agricultura, enfermó de leucemia y falleció a los 17. Compartía cuarto en el hospital con otro niño de la misma edad procedente de las fincas bananeras, que lamentablemente tuvo el mismo final.
En esa ocasión, una doctora que visitaba a este paciente, me contó en ese entonces, la existencia de una gran cantidad de muertes por la contaminación con pesticidas no solo de Chiriquí, sino en las zonas de mayor producción agrícola y que jamás se denuncian ni se establece la contaminación como causa de muerte.
Investigando esta problemática, recientemente, me comuniqué con uno de los técnicos del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) para conocer un poco más y su respuesta me preocupó, ya que me indicó que el gobierno no dispone de suficiente personal para supervisar la aplicación de las medidas de seguridad en la producción, que muchas veces son violadas por los productores.
(Más información en nuestra edición impresa del 29 de mayo de 2022)
