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Conversión ecológica: cuenca del río Pacora

Conversión ecológica: cuenca del río Pacora

Después de 3 décadas de incansable lucha, los moradores de la cuenca 146 del río Pacora, ven una luz al final del túnel, y piden al Ejecutivo que sancione la ley 24, que, aunque sólo protege la cuenca alta, es un primer paso.

El proyecto de ley que declara el río Pacora como área de reserva ecológica y agroturística ha puesto en evidencia las contaminaciones de aguas residuales que recibe la fuente hídrica. Además de que la iniciativa ha corrido la misma suerte que el río: con el tiempo se ha ido destruyendo. La propuesta, presentada por la diputada Cenobia Vargas, en un principio planteaba la protección total del río Pacora, es decir sus 48 kilómetros de longitud y sus 388 kilómetros cuadrados de drenaje.

La protección ambiental se redujo solo a la cuenca alta y deja por fuera la cuenca media y baja. Una subcomisión de la Asamblea analizó la propuesta, haciendo un recorrido por la cuenca media y baja del río con representantes del IDAAN, residentes de comunidades aledañas y la diputada proponente. El afluente, cerca de la cárcel La Joya, recibe descargas del centro penitenciario y de las barriadas alrededor, indicó el informe.

La Pastoral Ecológica de la parroquia El Buen Pastor, de Pacora, trabaja incansablemente para proteger la vida que representa en agua de la cuenca, frente a la insaciable codicia de quienes saquean los recursos por ganancias.

En el recorrido se pudo observar el grado de contaminación que llega a la planta potabilizadora del IDAAN, ya que la población consume aguas servidas provenientes de barriadas, las cuales son potabilizadas usando al menos el triple de químicos usual. Durante las consultas participaron empresarios que mantienen concesiones en la zona. Además, no incluyen los siete ríos afluentes del río Pacora. Tal parece un proyecto disfrazado para permitir que se continúe la extracción de materiales.

El Tribunal centroamericano del agua

En 2000, este tribunal pidió a las empresas extractoras de materiales y a las autoridades panameñas detener las actividades “nocivas” y tomar las medidas necesarias que permitan la recuperación de las áreas degradadas, además de censurar a las autoridades gubernamentales, por su pasividad, altamente perjudicial a sus conciudadanos de la cuenca del río Pacora.

¿El ratón cuida el queso?

Una histórica defensora de la cuenca señaló que el proyecto establece que los programas y trabajos, dentro de la cuenca hídrica, serán financiados con ingresos nacionales y municipales de las tasas generadas por las concesiones hídricas y mineras, otorgadas a empresas privadas en el río Pacora.

Suspender las concesiones mineras

No se debe tolerar que los destructores mineros, que han ocasionado severos perjuicios al río, sigan causándolo por una tasa que pueden aportar. Se deben suspender las concesiones mineras. Es necesaria una ley para proteger el río Pacora, pero no una que permita seguir extrayendo material pétreo del río.

Mi Ambiente delimita la cuenca

Mediante la Resolución 0191 de 6 de agosto de 2020, Mi Ambiente delimitó la parte alta media y baja de la cuenca, lo cual es la base para que las autoridades ahora tengan una herramienta para dirigir las actividades en cada área, ya sea de remediación, manejo y protección.

Intereses en juego

PROYECTOS. Extraen arena para la industria de la construcción.

Nos dice la señora Maribel Velásquez, moradora, que en la cuenca de Pacora, están en juego intereses muy poderosos, de dueños de proyectos de urbanizadoras, compañías extractoras de arena y minería no metálica, canteras, dueños de grandes extensiones de tierras y sus testaferros.

La Pastoral ecológica

Incluso antes de la encíclica Laudato Sí, los moradores de Pacora trabajaban para defender su cuenca, nos dice el padre José Arturo de la parroquia el Buen Pastor, quien indica que la iglesia debe acompañar pastoralmente estos procesos, porque los moradores están cumpliendo lo que Dios nos manda, que es cuidar la creación. Señala que destruir el agua, bosques y atentar contra la naturaleza, es un pecado mortal.

El pecado ecológico
ACCIÓN. Pastoral ecológica.

Nos dice el padre Arturo: “Un cristiano que va a misa, reza, comulga, pero destruye, contamina, ensucia y no cuida la naturaleza, no es realmente cristiano. Necesitamos una conversión ecológica, personal y comunitaria. Los principios de la pastoral ecológica son no politización de la ecología y no exclusión por motivo de credo ni raza”.