Cristo como modelo de humildad y gratuidad, fue el tema que resaltó Monseñor Audilio Aguilar en su homilía en el marco de la realización de la Feria Liboriana, una actividad que tiene como objetivo principal el apoyo a las vocaciones sacerdotales.
“Es de Cristo de quien aprendemos la paciencia en las tentaciones, la mansedumbre en las ofensas, y la obediencia a Dios en el dolor probando de este modo que nuestro verdadero bien es estar cerca de Dios”, dijo.
Agradeció además el apoyo, la asistencia y la cooperación de los fieles, resaltándoles que debemos edificar nuestra vida sobre el cimiento firme que es Cristo quien nos da la sabiduría y la prudencia para ser luz en nuestros ambientes.
Al culminar la santa misa se dio inicio al programa cultural muy nutrido, donde niños, jóvenes y adultos procedentes de las diferentes parroquias deleitaron con bailes cantos y otras interpretaciones artísticas.
Otros aprovechaban la oportunidad de comprar boletos de la tómbola, comidas típicas, plantas ornamentales, verduras, frutas, granos y toda clase de productos agrícolas.
En este encuentro diocesano también hubo competencias deportivas, donde los atletas eran los sacerdotes y jóvenes de las diferentes comunidades parroquiales, quienes ofrecieron con sus destrezas, momentos de esparcimiento a los seguidores de las actividades deportivas presentes.
También hubo actividades recreativas para los más pequeñitos. Los fondos económicos recaudados en este evento son utilizados para ayudar con el sostenimiento del Seminario Diocesano San Liborio, que es la casa de formación de los sacerdotes.
