Con profunda tristeza desde la Catedral Metropolitana Santa María La Antigua, los obispos y el clero arquidiocesano, junto a la feligresía, familiares y amigos, despidieron sus restos mortales en acción de gracias por su vida.
Por Marianne Colmenárez
¡Siempre fue un buen sacerdote, voló al cielo con todo y ropa!, con estas sentidas palabras en su homilía Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá recordó la expresión de Monseñor José Dimas Cedeño, al enterarse de la muerte del sacerdote Miguel Pomare.
“Era un enamorado de Jesucristo y de su sacerdocio; dotado de unas cualidades extraordinarias como saber escuchar; y con su natural inteligencia, sabía encontrar solución.” afirmó Monseñor Ulloa, quien agradeció a Dios por el fecundo y prolongado ministerio sacerdotal del padre Miguel.
Desde que fue ordenado como sacerdote en el año 1982 dejó huellas de bondad en quienes requerían su apoyo.
Durante su estancia en la diócesis de Santiago de Veraguas, el padre Pomare sirvió como párroco en la Iglesia San Juan Evangelista, en San Francisco Javier en Cañazas y en la Catedral de Santiago.
Trabajó en el Seminario Menor San Liborio y en el Seminario Mayor San José de Panamá, como parte del equipo de sacerdotes formadores.
Pomare viajó a España, allí laboró en la diócesis de Segorbe-Castellón desde el año 2004 al 2007. Al regresar a Panamá funge como Vicario en la Parroquia Cristo Redentor, luego párroco en la Iglesia San María de Cerro Viento y en Cristo Rey.
Siendo asesor de la Pastoral Familiar, representó a la Iglesia en el Congreso de Familia, en Filadelfia Estados Unidos, en el año 2015.
Con sus 70 años de edad el padre Miguel se caracterizaba por ser una persona entrañable, muestra de ello han sido las diversas manifestaciones de cariño de tantas personas marcadas por su entrega silenciosa. Le consideraban hermano, amigo, padre y maestro.
Antes de concluir su mensaje, Monseñor Ulloa destacó la necesidad de sensibilizar sobre la donación de órganos y tejidos, organizada por el Ministerio de Salud, la Caja de Seguro Social y la Organización Panameña de Trasplantes, de la que el presbítero Miguel fue beneficiado.
«Promovamos una auténtica cultura de generosidad y solidaridad, indispensable para que aumente el número de donantes como gratitud a la misericordia de Dios» dijo.
El sacerdote Miguel Roberto Pomare McNish nació el 1 de marzo de 1953, en la Isla de San Andrés en Colombia y muere el 25 de marzo en la Ciudad de Panamá.
