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Dar batalla por los sueños, aunque luzcan imposibles

Dar batalla por los sueños, aunque luzcan imposibles

En Panamá, la mayor cantidad de ejemplos surgen de los barrios bajos, y son deportistas. Muchachos y muchachas que han superado sus limitaciones económicas y de estructura para convertirse en campeones y campeonas, contra todos los pronósticos.

En una lista corta, e insuficiente, aparecen nombres como los de Roberto Durán, Mariano Rivera, Irving Saladino, Rod Carew, Romel Fernández, Lloyd Labeach, Eileen Marie Coparropa, los hermanos Dely Valdés, Laffit Pincay Jr, entre otros.

Todos tienen un elemento en común: jamás permitieron que les arrebataran sus sueños; lucharon hasta el límite; cuando estaban caídos, volvieron a levantarse una y otra vez.

Iluminados

Pero los atletas panameños no son las únicas luminarias que han superado toda prueba. También en el mundo de la música, ciencias, artesplásticas, literatura y medicina existe una pléyade de nombres que nos hablan de disciplina, trabajo duro y metas claras.

Sintetizar en pocas palabras la vida de una persona es sumamente difícil. Sin embargo, la esencia de sus metas es fácil de identificar. En todos estos casos de panameños notables se encarna la fe indeclinable de quienes han dado pasos sólidos hacia la realización de sus sueños, por encima de lo que piensan y dicen los demás.

Sólo llegan lejos quienes se fijan una meta y vuelcan sus esfuerzos a verla cristalizada. Alrededor, muchos habrán emprendido un proyecto, pero renunciaron. Se quedaron en las expectativas. Ganar, es avanzar. Nada es imposible. Basta tener la decisión férrea de lograrlo.

El mejor aliado

Pero en esta escalera hacia la realización personal, profesional y eclesial, es fundamental que se vincule a Dios. La Biblia dice que Él nos ayuda a lograr la concresión de nuestros objetivos. “El hombre echa las suertes, pero el Señor es quien lo decide todo.”(Proverbios 16,33.)

La mayoría de nosotros somos unos soñadores de primera, pero con regularidad nos equivocamos en la estrategia, los aliados, y el método para abordar esas situaciones que se nos presentarán para que dichos sueños no se puedan llevar a cabo.

El primer y más importante paso: poner todo en manos de Dios.