La despedida del año viejo y la bienvenida del nuevo, más que una época de festejo es un espacio para reflexionar cada detalle de lo vivido y el propósito de lo que esperamos para el año que se acerca.
De acuerdo con el diácono Jorge Barrios, de la parroquia San Antonio de Padua en Sabana Grande, es preciso detenerse unos instantes para meditar nuestros aciertos y desaciertos, los caminos errados y las metas que se han logrado en este año que ya se va.
Yamileth de Saucedo, de la comunidad de Agua Buena, asegura que el 31 de diciembre es para vivirlo en famila, “dándole gracias a Dios por habernos permitido vvir un año más”.
Resalta el diácono Barrios que, luego de vivir la temporada del Adviento, llega la Navidad y en este tiempo de preparación, junto a María nuestra madre, entendemos que “su ejemplo de fe nos impulsa a seguir adelante el camino que Dios tiene trazado par nuestras vidas y es aquí al culminar un año más que meditamos si hemos o no seguido ese camino conforme a lo que Dios quiere en nuestras vidas”.
Finalmente, Esperanza Delgado de la comunidad de Sabana Grande, dijo que, es importante en esta fecha dar gracias a Dios por los favores recibidos este año, por la salud y la misericordia en nuestras vidas.