El voluntariado en la misión de Tolé, desde el año 2014 ha sido una de las mejores experiencias que podemos identificar como religiosos en estas tierras, oportunidad propicia para recorrer las comunidades montaña adentro y llenarnos de mucha energía al transportarnos por aquellas apartadas tierras donde los indígenas habitan y donde salen al encuentro para compartirnos su alegría y su vivir.
En esta ocasión llegamos a Tolé y Llano Ñopo, brindándoles nuestra ayuda y poniendo a su disposición todos nuestros conocimientos, precisamente para que este fuera un encuentro enriquecedor y llegáramos a más comunidades, dos grupos de 4 personas uno en Tolé y otro en Llano Ñopo.
Compartimos con los niños dinámicas y visitamos a las familias en sus casas, en las tardes ayudamos a los niños con sus tareas de la escuela. Poder vivir de cerca con las comunidades en Tolé y Llano Ñopo nos ha hecho entender que la obra de Dios va más allá de conocimientos y virtudes.
