, ,

Diálogo e intercambio de experiencias entre jueces del Tribunal Eclesiástico

Diálogo e intercambio de experiencias entre jueces del Tribunal Eclesiástico

Con estos intercambios nos enteramos de lo que pasa en las curias diocesanas y del trabajo que se desarrolla en las periferias que tocan estos temas concretos.

 

Por Karla Díaz 

Cada dos años representantes de la de la Curia Romana, de la Pontificia Universidad Gregoriana y de los Tribunales Eclesiásticos de Centroamérica se reúnen en un coloquio para tratar una serie de temas sobre Derecho Procesal Matrimonial, Derecho Penal y otros, que buscan la actualización y el intercambio en cuanto a cómo trabajar y cómo se deben llevar los procedimientos en los diferentes países.

 

¿De qué se trata?

Gianfranco Ghirlanda, cardenal de Roma, es parte del equipo que dirigió el coloquio, y comentó que este programa lleva muchos años realizándose; por ejemplo, en México cuentan con 14 versiones, en América del Sur llevan más de 10 coloquios, y ahora en Centroamérica se realiza la IV versión.

“Lo que se busca es tener contacto con los exalumnos de la universidad, pero también con los que han estudiado en las curias diocesanas y en los tribunales, para una puesta al día, con ellos y con nosotros los profesores, ya que efectivamente con los intercambios que tenemos en reuniones, comidas y demás, nos enteramos de lo que pasa en las curias diocesanas y del trabajo que se desarrolla en las periferias que tocan estos temas concretos”, dijo

El compartir en los momentos libres también es importante.

Agregó que estos encuentros son de mucha importancia, ya que el papa Francisco ha renovado muchas partes del código canónico y ha intervenido en muchos cánones, por lo que se requiere una puesta al día.

Por su parte, el padre Luis Núñez, Vicario Judicial Adjunto de la Arquidiócesis de Panamá, destacó que el objetivo principal de esta reunión es la actualización en cuanto a cómo se deben llevar los procesos, así como compartir las experiencias de las labores de cada uno de los tribunales de los diferentes países, y recibir asesorías que son siempre bien recibidas, sobre todo si son por parte de la Universidad Pontificia Gregoriana.

Son seis expositores los que visitaron nuestro país para hablar sobre Principios de proporcionalidad, la Sinodalidad y espiritualidad, Acciones de los obispos diocesanos como defensores de la unidad de la iglesia universal, delitos sexuales, Figura del Vicario a la luz de la legislación eclesial, y más. 

 

¿Conoce la gente la labor del Tribunal?

El Cardenal Ghirlanda destaca que el problema es que generalmente la gente no se interesa de estos temas, pero que hay que encontrar las maneras de que por lo menos sepan que hay la posibilidad, en un sentido positivo, de encontrar soluciones.

“En los casos de nulidad y cuando la persona es objeto de algún abuso, debe saber que tiene dónde apelar, dónde aceptar la propia causa, ya que lo que más se conoce es sólo que existe el tribunal eclesiástico para la declaración de nulidad del matrimonio”.

Sin embargo, dice el prelado, efectivamente existen casos como los de los sacerdotes que se encuentran en situaciones de injusticias por parte de algún obispo, y éstos también llevan procesos especiales que son tratados en los tribunales.

 

El Tribunal en Panamá

En nuestro país los casos que se reciben en el Tribunal Eclesiástico son para la nulidad de matrimonios, pero también están los de derecho penal y administrativos. De estos casos, específicamente, se encarga el padre Alfredo Uzcátegui, juez ponente, quien nos habló un poco sobre el proceso en caso de nulidad.

“Lo primero que hay que dejar claro es que en la iglesia el matrimonio es hasta que la muerte los separe, por lo que no existe el divorcio ni la anulación. La iglesia lo que confirma es la nulidad, y lo declara confirmándola después de una serie de investigaciones a nivel de derecho procesal”, señala.

Nuestra iglesia cuenta con grupos que brindan orientación antes, durante y después del matrimonio para dar acompañamiento a parejas en situaciones difíciles.

Antes de pensar en nulidad, busque orientación en su parroquia.

Agrega que el proceso comienza con la primera asesoría que debe llevar algún canonista. “La persona debe acercarse a su párroco, y éste, teniendo base, puede brindar orientación o dirigirse a nosotros, y a través de los jueces, hacemos una primera entrevista, escuchamos el caso y orientamos”, dice.

Si existe, señala el juez Alfredo, una causal para introducir un escrito – demanda y comenzar el proceso o no, se le informa para no dar falsas esperanzas a la persona.

Hay que dejar claro que no por fracasar en el matrimonio, éste se anula. De hecho, nos explica el padre Alfredo que hay muchas causales según el código, puede ser por consanguinidad, por engaño, falta de madurez psicológica, exclusión de la fidelidad, o exclusión de los fines esenciales del matrimonio; son algunos de los puntos de partida para el proceso.

“Yo siempre digo que lo que comienza mal, termina mal, y cuando hay desconocimiento del sacramento y de lo que implica recibir una bendición del amor entre un hombre y una mujer, sino se alimenta, si no se fortalece va en declive”.

Pero precisamente por eso, agrega, nuestra iglesia cuenta con diversos grupos de apostolado que también brindan orientación antes, durante y después del matrimonio para dar acompañamiento junto a otras parejas que han pasado por situaciones difíciles y que las han superado a través del diálogo, de la comunicación, de la vida en oración, de la integración en la parroquia y pueden salir en adelante con la gracia de Dios.