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Asuman el reto de armar loncheras saludables y apetitosas a sus hijos

Asuman el reto de armar loncheras saludables y apetitosas a sus hijos

Mientras terminan con las últimas compras de la lista de útiles escolares, deben prepararse también para cumplir con la misión de armar meriendas nutritivas a sus niños. Una alimentación deficiente puede afectar su salud y capacidades de aprendizaje.

 

Por Marianne Colmenárez

A pocas semanas de iniciar un nuevo periodo escolar, los padres de familia deben ir pensando en ese momento de volver a preparar y empacar comida todos los días a los estudiantes de la casa.  No es tarea fácil, sobre todo para aquellos hogares que han asumido el reto de cuidar la salud de los suyos.

Para ellos, no queda otra opción que tomar medidas necesarias para evitar las opciones que ofrecen gran parte de las cafeterías de los colegios y escuelas, donde abundan: frituras, golosinas, galletas, sodas y jugos procesados.

 

Los alimentos que elijan deben aportar vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que fortalecerán su sistema inmunológico.

 

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en América Latina y el Caribe el sobrepeso es un grave problema de salud pública que afecta a más de 4 millones de niños y niñas menores de 5 años, y a casi 50 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 19 años de edad.

Para la UNICEF, uno de los principales determinantes del sobrepeso infantil son los entornos alimentarios obesogénicos, que promueven el consumo de productos no saludables y ultra procesados (altos en azucares, grasa y sal), y que limitan la actividad física.

Según Italia Farrier, nutricionista dietista de la Caja de Seguro Social, el riesgo de padecer obesidad, diabetes e hipertensión se mantiene presente mientras los niños están en crecimiento. Para evitar estas enfermedades depende en gran medida, de la alimentación que los padres les proporcionan.

 

Sostiene que la clave está en ofrecerle a los niños alimentos nutritivos y naturales, evitar la monotonía y colocar las porciones adecuadas. “Una alimentación deficiente puede dificultar el aprendizaje y la concentración de los niños”, acotó.

 

La lonchera debe aporta los nutrientes básicos y necesarios para los niños; deben considerar las proteínas como huevo, pollo, carne de res y quesos naturales. Los carbohidratos, como: verduras, frutas, vegetales, tortilla de maíz natural y las grasas saludables, como: nueces, almendras, pistachos, aguacate, semillas y aceitunas.

Agua para que los escolares se mantengan hidratados.

Mayra Castillo, madre de Juan Andrés de 10 años, quien cursa quinto grado de primaria, recomendó en este inicio de clases aportar a la merienda algunas frutas, como: guineo, mandarinas y manzanas; también la granola, jugos naturales y emparedados. “Dejé de comprar snacks y comencé a incluir en sus loncheras alimentos que nunca había considerado como: zanahoria en palitos, pasitas, maní, nueces yogur y hasta nuggets de pollo, hechos por mí”.

“Si todos los papás lográramos entender la dimensión de tener una alimentación saludable, nuestros hijos podrían crecer con hábitos diferentes, al principio cuesta, pero si es posible crear nuevos hábitos de alimentación”, reiteró.

 

Algunas recomendaciones

  • Sean creativos y varíen el menú de las meriendas, para que su hijo no vea el proceso como una rutina.
  • Utilicen loncheras con compartimientos para que las comidas no se mezclen y se mantengan frescas.
  • Coloquen frutas frescas, variadas de temporadas, es importante rotarlas de tal manera que el niño no se aburra de comer siempre lo mismo.
  • No deben consumir bebidas energizantes, por su contenido de cafeína y azúcares.
  • Involucren a sus niños en la compra, selección y preparación de la lonchera, para ayudarlos a ir creando hábitos saludables de alimentación.