La pianista apoyó dos importantes actividades relacionadas con la Iglesia católica: el concierto-homenaje en honor a monseñor Marcos Gregorio McGrath, al cumplir los 25 años de labor como arzobispo metropolitano, y la Cantata a Santa María la Antigua.
Por Manuelita Núñez
Mucho es lo que podría decirse de Nelly Hirsch de Ingram. Su reciente partida ha causado gran pena, envuelta en recuerdos gratos y agradecidos, entre quienes la conocieron y amaron.
En 1988, conocí en Roma a los esposos Jaime y Nelly Ingram, quienes representaban a Panamá como embajadores ante la Santa Sede. Fue el comienzo de una amistad que florecería a lo largo de 40 años con múltiples encuentros e intercambios de carácter social, intelectual, artístico, cultural, religioso y hasta gastronómico.
A través del amor y aprecio a la música, la literatura, el contacto y trabajo con personas valiosas y, principalmente, en razón del amor mutuo a nuestro país, compartimos momentos valiosos en numerosos eventos musicales, organizados por asociaciones a las que pertenecieron, y en actividades eclesiásticas.
Una mano extendida para ayudar
Hubo dos momentos especiales, en los cuales el apoyo brindado por Nelly fue fundamental, para la realización de importantes proyectos de nuestra Iglesia católica.
El primero fue la realización del concierto-homenaje a monseñor Marcos G. McGrath, al cumplir sus 25 años de Arzobispo Metropolitano en abril de 1994. El concierto, en el Teatro Nacional, congregó a las más altas autoridades gubernamentales y a la Iglesia Arquidiocesana. Ese fue el último concierto a dos pianos de Nelly y su esposo Jaime Ingram, destacados pianistas de fama internacional y valores nacionales.
El segundo fue la Cantata a Santa María la Antigua. Después de varios esfuerzos infructuosos para interesar a diversas personas en este proyecto histórico, religioso y cultural, la intervención de los esposos Nelly y Jaime permitió dar los primeros pasos, y se acogió la idea con entusiasmo y confianza. Su apoyo y asesoramiento fueron fundamentales para lograr la participación y coordinación general de su hija Elena Ingram de Caparó, quien tenía más de 30 años de experiencia en la organización de eventos en Panamá y en otros países. Deponiendo compromisos personales, Elenita asumió la responsabilidad completa como productora del evento.
La realización de la Cantata a Santa María la Antigua, obra musical cultural e histórica, fue concebida en el marco de las celebraciones del V Centenario de la creación de la Diócesis de Santa María la Antigua, primera en Tierra Firme, y se llevó a cabo en el Teatro Nacional los días 14 y 15 de noviembre de 2013 a las 7:00 p.m.
Contó con la música original del compositor panameño Ricardo Risco, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Jorge Ledezma Bradley, y la Dirección Artística de Bruce Quinn.
Estas palabras son apenas un eco de lo mucho que se podría decir sobre Nelly, la gran mujer, artista, amiga, quien con su ejemplo, aportes y extraordinario legado como compañera amorosa y fiel del gran panameño Jaime Ingram, deja una huella imborrable y un ejemplo para quienes la conocimos, amamos y gozamos de su amistad.
