,

Diócesis de David cumple 65 años

Diócesis de David cumple 65 años

Dirigida desde el 12 de julio de 1999 por Monseñor José Luis Cardenal Lacuza O.A.R., la diócesis de David cumplió el 6 de marzo 65 años y con ello se avoca a los cambios, las mejoras y las transformaciones que permitan una evangelización más cónsona a la realidad social de la región. 

Esta diócesis, contó con ejemplos tangibles de obispos que aportaron su granito de arena para la transformación desde 1955, sigue enfocándose en el devenir de la iglesia, consciente en la realidad social, pero no olvidando la realidad de la iglesia que es única y no cambia, se actualiza. 

Este año, con mucho regocijo la diócesis se congregó bajo el lema: “Somos iglesia en comunión para la nueva evangelización”, feligresía que peregrina en Chiriquí y se reúne para fes- tejar esta presencia cristiana. 

Una serie de actividades se han desarrollado, entre ellas: el Primer Festival Cultural Diocesano. Se celebró una eucaristía presidida por Monse- ñor José Luis Cardenal Lacunza, y concelebrada por el clero que conforma esta diócesis y la participación de la feligresía de las 34 parroquias que la integran. Todos estos eventos se realizaron en el corazón de la ciudad, frente al Parque Miguel de Cervantes, en las escalinatas de la parroquia Sagrada Familia. 

Esta diócesis se encuentra trabajando en el Proyecto Diocesano de Renovación y Evangelización (PDRE), que incluye un lema mensual y una serie de acciones significativas que se pueden realizar en comunidades, parroquias, en familia o en cualquier otro espacio. 

Durante esta celebración se invitó a los presente a llevar un separador de libros para compartir el lema del mes: “Somos el campo del cultivo de Dios”. Con esto se impulsa la evangelización y se promueve esa integración como fraternidad, como miembros de una iglesia. Gladys González Urriola, quien forma parte de la pa- rroquia Sagrada Familia desde hace muchos años, explica que en su experiencia de Iglesia, “Dios no nos ha abandonado por su gran amor y misericor- dia. Las comunidades, los sa- cerdotes, el pueblo en general están alegres de tener un Car- denal y saber que todos esta- mos en oración constante uno por los otros”.