Don Bosco vive en el corazón de los panameños

Don Bosco vive en el corazón de los panameños

Guiados por el espíritu de Don Bosco, reavivamos nuestra fe y confiemos de que brille pronto una nueva luz y una nueva aurora que nos haga recobrar vida y esperanza.

Oscar Rodríguez Blanco, s, d, b.

Estamos en el mes de enero dedicado a la memoria de Don Bosco. Se acrecienta nuestra fe y esperanza de que este año 2021 será mejor. Dios es el que dirige la historia. Nuestros planes y proyectos no siempre concuerdan con los planes de Dios, dueño de la vida y arquitecto divino del universo. Hay que ser realistas: El año 2020 fue duro y doloroso para el mundo entero. Estamos invitados a   reavivar nuestra fe de que brille pronto una nueva luz y una nueva aurora que nos haga recobrar vida y esperanza.

Don Bosco se convirtió en un ejemplo de tenacidad y perseverancia.

En este mes nuestra nación recuerda en forma especial al santo de la juventud con cariño y gratitud.  Educadores, padres de familia y devotos de Don Bosco, apuestan ilusionados por un futuro mejor para sus hijos invocando la intercesión de este gran pastor y educador que nació en 1815   en el norte de Italia, en un pequeño caserío, llamado hoy día “Castelnuovo Don Bosco” a 30 km de Turín, Italia Una sana educación ofrece al estudiante oportunidades de superación personal. Su memoria vive en el corazón y la mente del pueblo.  Sus años de estudio no fueron fáciles. Desde su infancia fue pobre, campesino y huérfano de padre, pero luchó por salir adelante hasta convertirse en sacerdote, excelente educador, fundador de institutos religiosos, impulsor de misiones y gran amigo de la juventud. Compartió con sus muchachos comida, estudio, sana diversión, y su profunda fe en Dios.

POR LOS JÓVENES. Es una de las devociones que más siguen os panameños, y a la que la juventud le debe mucho.

En 1858 se vivió en Turín, Italia, una situación muy difícil a causa de la peste del cólera que azotaba a Europa con gran cantidad de muertes que no se podían parar. La población pobre era la más afectada. El clero turinés, y Don Bosco con sus jóvenes, se ofrecieron de buena gana para ayudar a los afectados. Don Bosco dijo a sus muchachos: No hay que quedarse en casa, salgamos en ayuda de los necesitados. De su corazón salió esta expresión:   Dios mío, herid al pastor, pero mirad por la salud del tierno rebaño” y volviéndose a la Santísima Virgen expresó, Oh María, Madre potente y amorosa, heme aquí dispuesto a morir cuando y como a Él plazca”.

 No había pasado mucho tiempo cuando ya tenía un buen grupo de jóvenes voluntarios a quienes les dijo: “A nadie atacará el mal con tal de que nos confiemos a la Virgen y tratemos de vivir en la gracia de Dios”. Y así fue, nadie salió contagiado. Los medios de comunicación que existían alabaron la fe, valentía y entusiasmo del joven sacerdote y de sus valientes jóvenes.

Los jóvenes estudiantes tendrán que afrontar sus estudios en medio de la pandemia que sigue presente. Los docentes serán una pieza clave sin descartar el esfuerzo personal del estudiante. No es lo mismo seguir una clase en el aula que seguirla en una computadora o tablet. Muchos padres de familia han tenido que hacer un gran esfuerzo para proporcionar a sus hijos los medios que la educación por redes exige. El futuro de los estudiantes es importante y todo requiere sacrificio. Don Bosco en medio de la pobreza y sin contar con los subsidios pedagógicos que hoy abundan, logró realizar su ideal y se convirtió en un ejemplo de tenacidad y perseverancia.

Don Bosco no se contentó con trabajar solo, buscó colaboradores cercanos que apoyaran a sus mechados con el mismo carisma. Su primera colaboradora fue su madre Margarita, Hoy existe una numerosa familia salesiana formada por sus mismos salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Hijas del Divino Salvador, salesianos cooperadores, Damas Salesianos, Asociación de María Auxiliadora, Exalumnos y muchos otros que con orgullo siguen su ejemplo.