El joven encontrado es el “AHORA DE CRISTO”

El joven encontrado es el “AHORA DE CRISTO”

Jesús es el “AHORA DE DIOS”, y el joven encontrado es el “AHORA DE CRISTO”, no el mañana, no el futuro, no el mientras tanto. Son el hoy de Cristo en cada lugar donde animan, donde habitan, don-de comparten la vida. Son “el obsequio de Cristo” para los demás.

¿Cómo lo haremos?

Imitando la forma de vida de Jesús: con la obediencia, la transparencia de vida, la limpieza en sus relaciones humanas, la rectitud en sus responsabilidades. Un campo muy importante en el que estamos llamados a ser el AHORA DE CRISTO es en la vida casta y pura, limpia que hemos de modelar, de testimoniar. El joven encontrado por Cristo, hoy, ahora y no más adelante está llamado a vivir su juventud guiado por un solo amor, llevando sus relaciones de amistad, de noviazgo con una vida honrada, limpia, virgen, casta. Fueron encontrados por el Amor, “Dios es Amor” (1Jn 8,4), y en ese amor de Dios, ha de vivir. Será su mayor ayuda a los jóvenes de las periferias de una vida santa, pero ha de comenzar hoy, ahora: Recordemos al Papa Francisco: “Ustedes jóvenes deben pelear por su espacio hoy, porque la vida es hoy, nadie te puede prometer un día del mañana… Ustedes, “no son el futuro… Son el presente, son el ahora de Dios”. Él los convoca y los llama en sus comunidades, los lama en sus ciudades para ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó.

No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde esté su tesoro allí estará también su corazón (cf. Mt 6,21); y AQUELLO QUE LOS ENAMORE conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, de alegría y de gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo. Podremos tener todo, pero SI FALTA LA PASIÓN DEL AMOR, FALTARÁ TODO… Dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana. Para Jesús no hay un “mientras tanto”… Jesús no es un “mientras tanto” en la vida o una moda pasajera, es amor de entrega que invita a entregarse”.

¿Qué necesitamos para esto?

Se necesita “tener la mente de Jesús”, escucharle y estar atento a lo que Él diga (cf Jn 2, 5), y esto supone “ser espiritual” y es necesario para mantener el “ser de Jesús” como tal en medio de lo ordinario del mundo. El joven encontrado por Cristo, “adquiere la mente de Jesús”, y le identifica no sólo ser una persona física -que se deja llevar por los impulsos carnales- sino que es un joven espiritual -que valora las cosas espirituales- como lo indica Pablo: “El hombre físico (mundano) no recibe –no capta- las cosas del Espíritu de Dios, por-que para él son necedad”, no tienen sentido. Las personas que poseen el Espíritu, se caracterizan por tener “la mente de Cristo”, por discernir todo lo que les sucede, y por no estar sujetos al juicio de nadie (cf. 1Cor 2, 14-15). Lo que más les identifi-ca es que “ poseen el modo de pensar de Cristo” (cf v.16). Estos son el “AHORA DE CRISTO” en el hogar y en el mundo. Esta es la juventud de Cristo, esta es la juventud del Papa. Este don, de tener esta “mente de Cristo”, significa manifestar “la misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús” (Rom 15,5; Filip 2,5). En otras palabras, un hombre espiritual es aquel que piensa como Jesús y sigue sus pasos (1Pe 2, 21; 4,1), el “ahora y caminando” que el Papa Francisco señala. Cuanto más se parece la mente de un joven a la de Cristo, más profunda es su espiritualidad y más cerca está de obtener “vida y paz, alegría y felicidad” (Rom 13,14). Aquí también su “fecundidad espiritual”.