“El maestro debe ser luz y esperanza en tiempo de crisis”

“El maestro debe ser luz  y esperanza en tiempo de crisis”

Marianne Colmenárez 

“La situación que vivimos actualmente, sin duda es un hecho sin precedentes, creo que ni para los que vivieron la Invasión de 1989 se podría comparar. Como profesional nos ha tocado poner todo nuestro talento y conocimiento a prueba y sorprendernos con habilidades y competencias que desconocíamos”, así lo expresa el profesor Montgomery Johnson, coordinador de los departamentos de Ciencias Sociales y Religión del Colegio Brader. 

Durante estas tres semanas de cuarentena, al profesor Montgomery y a muchos educadores les ha tocado no solo actualizarse con algunas plataformas tecnológicas y metodologías, también han tenido que transmitir la luz y la esperanza del Evangelio a las familias.  

“Para nuestros estudiantes, incluso para sus padres, es un momento de incertidumbre; les hemos acompañado y seguimos trabajando en su formación. De forma indirecta, nos hemos convertido en un soporte moral, remarcándoles que la vida sigue, y confiamos en el mañana”, expresó. 

Montgomery asegura que ni los docentes, ni los padres, ni alumnos están condicionados para trabajar de esta manera de forma tan constante, lo hacían eventual y como excepción, pero ahora se hecho necesario que todo sea virtual. 

“Para trabajar en casa con la familia y otras sanas distracciones presentes, se necesita disciplina y compromiso. Y la disciplina no es solo comenzar a tiempo, sino también reconocer cuando hay que parar, ser prudente y consciente, de no abrumar a los demás”, explicó el profesor.

Por otra parte, las distintas realidades tecnológicas que cada uno tiene no acompañan la demanda necesaria para utilizarla, puesto que habrá personas con Wifi de banda ancha y alta velocidad, otros si acaso tienen la data limitada de su prepago y otros que ni con energía eléctrica cuentan.

“Los docentes no conocemos la realidad familiar de nuestros estudiantes, por eso debemos ser empáticos. Todos tenemos familias y otros menesteres que también hay que atender. Tengamos paciencia, recordemos el hecho que no estoy viendo a la persona, no significa que puedan estar ocupados en varias tareas a la vez, en el caso de los padres de familia, por ejemplo”, dijo. 

“El maestro debe ser luz y esperanza en tiempo de crisis”

Los docentes deben ser empáticos a la hora de preparar e impartir sus materiales.

Colegios Arquidiocesanos

El profesor Nelson Passo, director del colegio San Vicente “Padre Jesús Sanfeliu”, ubicado en La Chorrera, explica que los educadores están enviando las asignaciones vía Mereb. “Varios docentes graban videos de sus clases, otros han utilizado el Zoom para interactuar con los estudiantes, quienes han respondido en la medida de sus posibilidades, ya que no todos cuentan con el equipo tecnológico”, afirmó el director. 

En reunión virtual con los padres de familia, los acudientes manifestaron su deseo de seguir trabajando con Mereb y otras plataformas para salvar el trimestre.

En el colegio Saint Mary de Panamá Pacífico, las maestras de primaria en un principio enviaron guías, luego planificaron sus clases virtuales diarias por Zoom. 

 “Se ha preparado un horario y se ha posteado en el calendario, así los padres y niños saben a qué hora tienen sus clases, los temas y los materiales que necesitan. Los acudientes han enviado por WhatsApp, Mereb y correo los videos y fotos de las actividades que los niños han realizado en casa para que las maestras puedan evaluar”, detalló la profesora Elba García, directora del colegio Saint Mary, ubicado en Panamá Pacífico. 

En el Colegio Parroquial Santa María Goretti están trabajando con la plataforma del mismo centro educativo. “Dosificamos las asignaciones, tratando de que los niños asimilen las asignaturas con los lineamientos de los docentes”, señaló la profesora María Navarro. 

En este colegio, como en varios del país, están a la espera de lo que pueda definir el Ministerio de Educación. “La mayoría de los padres de familia no están pagando así que quizás se baje el tiempo de los docentes, todo dependerá de la repuesta del Ministerio de Educación si seguimos laborando o no”, afirmó Navarro. 

La pandemia ha ayudado a enfatizar y asumir la responsabilidad de los padres de familia en la educación de sus hijos

Decisiones del MEDUCA 

La ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, señaló que es precipitado hablar de una fecha de inicio de clases, sin embargo, es necesario extender el año escolar y aunque comience más tarde de lo planificado, se trabaja en organizar recursos didácticos virtuales para los estudiantes y capacitar a los docentes.

En nota de prensa señala que sólo un 15% de las escuelas particulares han cumplido con sus clases vía web, con plataformas virtuales estructuradas y con todas las condiciones. De acuerdo con la encuesta que se hizo en 500 centros educativos en todo el país, en donde, hasta ayer, sólo la había respondido un 40% de colegios, sin embargo, a través de esta consulta, muchas escuelas particulares cerraron clases y esperan apegarse al calendario oficial.

“El mejor de los escenarios sería trabajar de ocho a nueve semanas cada trimestre, es decir, laborar hasta un día antes de Navidad, tomar un receso por las fiestas de fin de año y retornar a clases nuevamente en enero, explicó.

Para la Ministra, un escenario poco favorable sería trabajar con dos trimestres por la condición de estado de emergencia sanitaria, “nosotros nos podemos acoger a todas esas propuestas, pero se tendrían que hacer ajustes, dosificaciones y adecuaciones al currículo para lograr los objetivos de aprendizajes por cada nivel”, reiteró.

Recomienda a los directivos de las escuelas particulares que se sienten a conversar con las asociaciones de padres de familia para lograr acuerdos, una mediación quizás para no afectar los gastos administrativos, pero eso va a depender de la condición de cada escuela, de su contexto, del servicio que está recibiendo y, sobre todo, de las disposiciones que dé Acodeco. 

Ayudinga: ¡La educación no para!

Ayudinga: ¡La educación no para!

Desde que se suspendieron las clases en Panamá, debido a la pandemia por el Coronavirus, la Fundación Ayudinga aceleró todo lo necesario para mejorar sus servicios y seguir cumpliendo con su misión: “Somos gente ayudando a gente” y esto lo asegura Diego Giscombe, voluntario colaborador de esta ONG. 

“Habíamos tenido una reunión informal donde aportamos ideas para ayudar en el caso de que se diera una cuarentena, no pasaron dos días cuando nos vimos acelerando todo lo conversado”, relató Giscombe. 

Ayudinga se ha convertido en la plataforma educativa más grande de Centroamérica, sin embargo, hasta hace unas semanas atrás, no tenían una gran audiencia en Panamá. “A partir de esta situación, el crecimiento en nuestro país ha sido exponencial. Hemos llegado a los 90 mil usuarios”, reitera el joven voluntario.  

Cambiaron su página web haciéndola más accesible, ampliaron los horarios de las clases que iban impartir en vivo y ahora salen por varios canales de TV, además de estar en YouTube ofreciendo sus acostumbradas clases virtuales solo de ciencias exactas: matemáticas, física y química. 

Diego asegura que la pandemia ha sacado a relucir dónde tenemos que trabajar todos como sociedad. “El Meduca, docentes, padres de familia y estudiantes y docentes. Es una tragedia que muchos jóvenes no tengan acceso al internet y no puedan seguir sus estudios de manera virtual, es un problema que debemos afrontar” afirmó.

A los docentes aconsejó no tener miedo de adentrarse al mundo de las clases virtuales, al igual que una clase presencial están facilitando conocimientos a los estudiantes. “Hay muchos beneficios a nuestro favor como educadores, vean este distanciamiento como una oportunidad”, concluyó.