En Gualaca, Diógenes Franceschi es conocido como Johnny, devoto de Nuestra Señora de los Ángeles, festejada recientemente.
“Mi papá me contaba cosas extraordinarias, de la guerra de Coto por ejemplo. Me decía que unos hombres de Gualaca habían sido convocados para defender el territorio y cuando marchaban pasaron a la parroquia Nuestra Señora de Los Ángeles, a pedir su
protección, y no tuvieron que ir lejos porque llegó la noticia que la guerra había finalizado. Fue interpretado como un signo”, explica.
“Caí tan bajo con el alcohol, que llegué al hospital colapsado y en delirio, tras varios intentos de salir de mi crisis. Fui a Alcohólicos Anónimos, pero sin poder lograrlo”, explica.
En una ocasión me hacía falta dinero para comprar licor, y le dije a Dios “Señor, dame abundante licor que no me falte”. Y a la semana empezó la campaña de precandidatos y me inscribí para el año 2014, y por 3 meses no me faltó licor hasta quedar sobresaturado.
Diógenes cuenta: “Esto me dolía en lo más profundo. Le suplique Nuestra Señora que arrancara de mi vida esto que me destruía. Dios escuchó esta súplica a través de mi Madre Santa, Nuestra Señora de Los Ángeles, y me arrancó de raíz esta opresión, casi al instante me liberó de las cadenas; en mi mente llegó una fortaleza de no tomar más. Llevo cinco años sin tomar alcohol”.