Desde 1988, se convirtió en Vicariato Apostólico de Darién, evangelizando a la Provincia de Darién y sus tres comarcas aborígenes (Wargandí, Emberá-Wounaan y Takarkunyala).
Por Redacción
El Vicariato Apostólico de Darién ha emitido su Primera Carta Pastoral, con motivo de la celebración de su Centenario el próximo 29 de noviembre de 2025, dirigida a los fieles, sacerdotes, religiosos y religiosas, comenzando con la premisa de que “Somos un Vicariato en Salida Misionera”.
El obispo, monseñor Pedro Joaquín Hernández Cantarero, busca animar y alentar a vivir con alegría y generosidad este momento jubilar, que coincide con la declaración del Año Jubilar de nuestra Iglesia católica.

En su Carta Pastoral, el Vicariato desea que el del Centenario sea para todos un año especial de gracia, misericordia y renovación; un año para expresar gratitud a Dios por las gracias recibidas; un año para dar nueva fecundidad al Vicariato Apostólico de Darién, para buscar nuevas formas de testimoniar y gritar al mundo de hoy que Dios es Padre misericordioso; para intensificar nuestra vida de oración, de participación en la Eucaristía y en la vida sacramental.
Asimismo, un año para escuchar el clamor de los pobres, para crecer en cercanía y solidaridad con los crucificados de hoy; para madurar en el respeto y el cuidado de la creación; un año de renovación, un nuevo comienzo, una búsqueda de nuevas oportunidades de vida y relaciones con Dios, el prójimo y la naturaleza; y que sea el comienzo de una nueva primavera misionera.
Realidad actual
En la Carta se plasma también la realidad nacional y local, y no deja por fuera los serios desafíos que enfrentan, comenzando por la necesaria y urgente reforma de la Caja de Seguro Social; la posible reapertura de la mina; el problema del agua para el consumo de la población y la operación del Canal; y la elaboración de una nueva Constitución.
“Nuestra realidad darienita no escapa de la realidad nacional”, sostiene, y detalla los problemas de: salud, educación, falta de agua potable, de vías de acceso, el desplazamiento y la migración, así como el narcotráfico, todo ello con un impacto negativo que afecta a la familia, las comunidades, escuelas y colegios de la provincia de Darién.
Unas 300 mil personas han atravesado la Selva del Darién en el 2024 y casi un millón de personas desde el 2021 al 2024.
Vicariato misionero
“Desde esta realidad, constatamos que somos un Vicariato Misionero. Esta es la identidad de nuestra Iglesia particular”, indica la Carta Pastoral. En la palabra “misionero” se encierra toda una identidad, “la cual no debe quedarse solo en la letra escrita, sino en la letra vivida, es decir que, si nuestro Vicariato es misionero, tenemos que hacerlo vida en nuestro plan pastoral”.
Una Iglesia que no sale, se queda encerrada en sí misma, se acomoda y muere.

¿Hacia dónde ir?
El Vicariato Apostólico de Darién debe ir hacia las periferias geográficas y existenciales, de ahí que este Vicariato ya tiene un camino y unas prácticas misioneras trazadas.
Y aquí, la Carta Pastoral expresa una preocupación: la disminución de las vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa y al compromiso laical; la falta de formación de un liderazgo creyente; el cambio acelerado de la realidad, el crecimiento y cambio de la sociedad indígena, afro y campesina.
Y ahí es donde surge el peligro de “seguir manteniendo nuestras prácticas religiosas y sacramentales con poco ánimo o con ese demonio de la apatía y el desánimo, y del que el papa Francisco nos advierte”.
Un llamado a la conversión
La Carta Pastoral expresa que, desde la realidad expuesta, es necesario una verdadera y profunda conversión “que nosotros ahora como Iglesia de este Vicariato Apostólico de Darién nos planteamos seguir”. Y comienza por una conversión a la realidad, una conversión personal, una conversión ecológica, y pastoral porque hay que construir en todos los estados de la Tierra un “estado permanente de misión».
Y no puede faltar la conversión social, aquella que desde la luz del evangelio de Mt 25, dice: «tuve hambre y me diste de comer…».
“Considero que la Pastoral Social es una asignatura pendiente en el Vicariato Apostólico de Darién”, dice monseñor en su Carta.
Y sigue con la conversión relacional, pues estamos llamados a la hermandad.
La Carta concluye con un llamado a ponernos en camino para ser anunciadores de las Buenas Noticias que Dios trae a la tierra darienita, denunciando las injusticias, pero desde la base del encuentro con el Misterio Pascual: Jesucristo, Muerto y Resucitado, que es nuestro Salvador.
Metetí, 24 de enero de 2025