,

Elementos fundamentales del acto catequético

Elementos fundamentales del acto catequético

Comisión Arquidiocesana de Catequesis

EL ACTO CATEQUÉTICO ES EL CONJUNTO DE ACCIONES QUE POSIBILITAN LA TRANSMISIÓN DE LA PALABRA DE DIOS. ACCIONES EDUCATIVAS MARCADAS POR LA FIDELIDAD A DIOS, QUE ES EL QUE TOMA LA INICIATIVA, Y FIDELIDAD A LA PERSONA.

Estas acciones catequéticas se desarrollan a lo largo del proceso catequético, en torno a tres elementos, la experiencia humana del catequizando; la palabra de Dios contenida en la Sagrada Escritura y en la tradición viva de la Iglesia; la expresión de la fe en sus diferentes lenguajes. Elementos ensamblados entre sí, aunque no se trabajen ni se actualicen todos al mismo tiempo.

 Existe experiencia cuando se toma conciencia de lo vivido, se interpreta significativamente y se expresa a través de diferentes lenguajes. «La experiencia ejerce diversas funciones, a la luz de las cuales la existencia misma debe ser siempre debidamente valorada. La iluminación y la interpretación de la experiencia a la luz de la fe se convierte en una tarea permanente de la pedagogía catequética.

El tipo de experiencias que han de considerarse en un proceso catequético son «aquellas que son nucleares para un hombre que vive una edad y situación determinadas. Todo proceso catequético que pretende una educación integral de la fe ha de saber conjugar lo nuclear del evangelio con las experiencias nucleares de los catecúmenos, superando la falsa dicotomía, mediante un proceso que integre el evangelio y la experiencia» (CC 224).

En el proceso catequético no es suficiente educar en la experiencia humana para vivirla conscientemente; la catequesis pretende que la palabra de Dios ilumine y ayude a interpretar la existencia, dándole sentido y orientación.  Por consiguiente, el primer lenguaje de la catequesis es el bíblico, porque la Sagrada Escritura contiene la experiencia religiosa de Israel y la experiencia religiosa de Jesús de Nazaret y de las primeras comunidades cristianas.

La experiencia humana interiorizada e integrada en la estructura personal necesita ser expresada a través de los diferentes lenguajes.  «Esta fe, que penetra y transforma la totalidad de la personalidad creyente, se expresa mediante la profesión o proclamación de ésta, la celebración y el compromiso cristiano, que son el corolario constante que acompaña de manera ininterrumpida todo el proceso de catequización». (CC 234).