Los jóvenes han sido protagonistas en la organizaron y coordinación de cada visita realizada a las comunidades de Santa Marta y El Norteño.
Kevin Quiroz
El padre Yohannes Fajar Suwasono recorre muchos kilómetros para visitar las comunidades de la parroquia San José de Chiriquí Grande, en la Prelatura de Bocas del Toro, y lo hace acompañado de un equipo de entusiastas jóvenes.
Son jóvenes de la comunidad juvenil Jesús Team y el grupo de Alabanza Juan El Bautista (GAJEB), pertenecientes a la pastoral juvenil de la parroquia conscientes de que Dios llama a la corresponsabilidad con su Iglesia.
Acompañan al padre Johannes para hacer presente la vida parroquial, animar a las comunidades y motivarlos a no perder la fe y la alegría que proviene del Señor, en especial en aquellas regiones donde la mayoría de su población son hermanos indígenas.

Desde el mes de octubre del 2020 se mantienen visitas periódicas. La más reciente se realizó en el mes de febrero pasado a la región El Norteño y la comunidad de Santa. En ambas comunidades los jóvenes se organizaron y prepararon la misión a la que llamaron: “En tiempos de incertidumbre, aparece Jesús y nos alegra”.
En cada visita, el padre Yohannes lleva la palabra liberadora del Evangelio, y con su cercanía transmite esperanza a las comunidades que viven la emergencia sanitaria del coronavirus. También hace visible la Iglesia solidaria llevando a las familias alimentos secos y ropa de segunda mano, en buen estado. A los más pequeños un regalo y un pequeño brindis.
Jóvenes están conscientes de que Dios llama a la corresponsabilidad con su Iglesia.
Los jóvenes organizaron toda la logística y recolección de las donaciones con el apoyo del Comité Pro-Navidad de Rambala. Fueron aportes personales que hicieron posible el brindis a los niños y las donaciones de alimentos ofrecidos a las familias. En esta tarea estuvo presente siempre el párroco.
“Ha sido un hermoso trabajo juntos, con los grupos juveniles, quienes han podido transmitir ese mensaje de paz y amor, a pesar de las dificultades que vive el país y en especial esta prelatura de Bocas del Toro, que enfrenta desafíos constantes”, asegura el padre Yohannes.

“Tenemos la certeza de que ha sido Dios quien lo ha hecho posible y nos ha llenado de entusiasmo e ilusión, asistir a nuestros hermanos menos favorecidos en tiempos de dificultad”, dijo.
“Por supuesto, es importante ser prudente en este momento de pandemia”, afirma el sacerdote, quien junto a los jóvenes ha seguido las pautas adecuadas para evitar el contagio y proteger a los más vulnerables. “Lo que no podemos hacer es caer en el miedo”, apunto.