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Estudiantes reflexionan en el Vía Crucis

Estudiantes reflexionan en el Vía Crucis

Los estudiantes del Instituto Simón Urbina de  la comunidad de Arco Iris participaron de un Vía Crucis, organizado por sus profesores de Religión y con el apoyo de sacerdotes y fieles de la parroquia San Vicente de Paúl.

Este es el tercer año que se realiza esta actividad con el objetivo de mostrar a los estudian-tes lo grande de la misericordia de Dios con el mundo, siendo capaz de entregar a su hijo para perdonar nuestros pecados.

Como el colegio está cerca del templo, son notorios los problemas de la juventud; algunos muchachos vienen de familias disfuncionales, otros son de padres evangélicos, y la mayoría bastante reacios a la parte religiosa que se ofrece.

Sin embargo, en el momento en el que se les pueda ayudar, desde la parroquia lo hacen, y es ahí cuando los fieles y los profesores se dan cuenta de que muchos ni siquiera se saben bien las oraciones, debido a que la misma familia no les apoya en el aspecto espiritual.

“Hemos contado con mucho apoyo,  y ellos han contado sus experiencias y nos hemos dado cuenta de las necesidades que tienen y de que han sentido la presencia del amor de Dios en as diferentes estaciones. De hecho, ellos  mismos las reflexionaron, cargaron la cruz y apoyaron en los cantos”, señaló el Padre Elkin Núñez.

Venus Ford, por ejemplo, destacó que su experiencia en el Vía Crucis fue especial,  pues sí lo conocía pero anteriormente no había participado en él. “No soy católica pero fue una buena experiencia bien vivida, aunque no estoy acostumbrada al sol,  pero eso no fue excusa. En la caminata entendí que para Dios no existe religión,  sino que necesita hombres y mujeres con corazón íntegro y agradables a él”, dijo.

Por su parte Abdiel Sánchez resaltó que reconocer el sacrificio que hizo nuestro salvador Jesucristo por  cada uno de nosotros y el perdón de nuestros pecados, es algo importante. “Recordar cada momento de sacrificio en sus 14 estaciones, los momentos que tuvo que sopor-tar la Virgen María como madre al ver como torturaban a su hijo y sin poder hacer nada, nos hace reflexionar”, dijo.

Omaris Ortega lo vivió de una manera especial. “En el vía crucis me sentí de maravilla porque caminar con Jesús siempre será una gracia, es gracia porque nos compromete a vivir en la fe y a conocerlo, entrando en lo más hondo de su corazón,  comprendiendo las fuerzas de su Palabra”, puntualizó.