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Evitemos la presión social en estas fiestas navideñas

Evitemos la presión social en estas fiestas navideñas

Desde finales de septiembre comenzamos a ver en los almacenes los adornos navideños, luces y varios anuncios publicitarios que nos persuaden para aprovechar algunas ofertas. Según estas campañas de mercadeo, debemos prepararnos para disfrutar plenamente la Navidad.

Aunque sintamos en nuestro interior que esto no es cierto, no hacemos nada para subsanar esta situación. Año tras año caemos en lo mismo, hacemos grandes esfuerzos económicos para que nuestros hijos tengan el regalo que esperan, nos desgastamos para quedar bien en el intercambio de regalos del trabajo, llenamos nuestra mesa con platos de todo tipo, con la idea de que el que más tiene y más muestra en sus redes sociales, es el más feliz y el más realizado.

Juana Herrera, médico psiquiatra explica que precisamente en diciembre aumenta el número pacientes atendidos, en consultas o en evaluaciones en relación a los estados de ánimo, sobretodo por tristeza. “Se deprimen de forma cíclica para esta época. Se ha comercializado tanto la fecha que el factor económico influye de forma intensa sobre el tema del consumismo. Sienten que no tienen nada para compartir, ni dada que regalar, convierten este factor externo en algo prioritario”, señaló.

Darle peso a lo positivo

La llegada del fin de año promueve que las personas hagan un balance de sus proyectos. Pero resulta que a menudo los resultados no son del todo positivo, debido a las metas no concretadas, las pérdidas sufridas u otros elementos negativos.

El psicólogo clínico Carlos Herrera, terapeuta de parejas y familia, advierte que es necesario dejar de culparse, si en la evaluación del año quedan metas pendientes. “Es importante darle prioridad a lo positivo, a lo logrado, evitemos el desánimo. 

Esta valoración debe empujarnos a trabajar nuevamente por estos objetivos pendientes” manifestó. Apunta que para alejarse de la depresión navideña se debe tratar de aceptar la propia situación tal y como es.

“Tienen que descubrir cuál es la causa por la cual se sienten mal en Navidad o por qué no les gusta esta época, y a partir de ahí ver cómo lo pueden trabajar”, explica el psicólogo.

Pérdidas y duelos

En esta época se promueve la unidad familiar, y precisamente en estas fiestas suelen ser las ocasiones en las que más se notan las ausencias de las personas que han partido del plano terrenal.

La joven Anarelis Guevara, sufrió la perdida de su abuela el pasado año y asegura que esta sensación es especialmente fuerte el primer año.

“Hay una situación de depresiones en personas que han perdido familiares, pero también rupturas de relaciones de parejas, algún familiar que vive lejos o perdida de algún recurso material. Este periodo se torna difícil para un porcentaje significativo de personas” afirma la doctora Herrera.

Reitera que la sociedad debe valorar el tema de la depresión, pues si hay soledad es un factor de riesgo. “Hago un llamado a las familias para que no dejen solos a los adultos mayores, quizás a una hermana que esta sola, que ha perdido el trabajo o el esposo. 

Así este molesta, debemos comprender que esa irritabilidad, es parte de la depresión” insistió.