Los ritmos de la salsa, pop, rock, tango y calipso se fusionaron para sumergir al público en las historias bíblicas que rodean el nacimiento del Niño Jesús.
Por Marianne Colmenárez
Lograr que el público asistente no pare de reír, durante casi dos horas del espectáculo, es signo de que el proyecto tuvo un arduo trabajo de producción, fue realmente estudiado y ensayado. Esto ocurrió las noches del 6 y 7 de enero mientras se presentaba por tercera vez el musical “María se levantó y partió sin demora”, una obra de la parroquia San Judas Tadeo de Jardín Olímpico.
Carlos Samaniego, director artístico y productor, se encargó de escribir totalmente las letras y hacer los arreglos musicales de cada uno de los temas que el público pudo disfrutar.
Samaniego se inspiró en los pasajes bíblicos que abarcaron desde la Anunciación del Ángel a la Virgen María, hasta la visita de los Reyes Magos.
“Cada escena tuvo su propia concepción artística, algunas con comedia y otras con un poco de drama, pero todas nos llevan a esos sentimientos o reflexiones que sentían cada uno de los personajes de la historia, como José y María, Ana y Joaquín, Isabel y Zacarías, entre otros”, afirmó Samaniego.
Desde hace diez años, la comunidad parroquial incursiona en la producción de musicales, integrando fieles de diversas pastorales.
Niños, jóvenes y adultos, todos fieles de la parroquia, donaron sus talentos y tiempo para ensayar los cantos, coreografías, armar escenografías, confeccionar vestuarios, buscar patrocinantes, entre otras responsabilidades.
Agregó que año tras año mantienen las expectativas del público, quienes tomaron como tradición asistir a este musical desde el año 2019.
“Luego de un alto a causa de la pandemia se volvió a presentar en el año 2022, siendo un rotundo éxito. Nos esforzamos por incluir elementos distintivos que logran capturar la atención de la gente, tanto el año pasado como este, añadimos una canción nueva”, informó.
Para el director artístico y productor, este proyecto logró integrar a todos los miembros de su familia, su mamá Maritza en la confección de los vestuarios, su padre Carlos trabajó en la construcción de la escenografía, su hermana Miriam ofreció sus talentos en la dirección coreográfica y en diseño de maquillaje y su hijo Mateo, de cinco años, despertó emociones cuando salió como la Estrella de Belén.
Un simpático burro como narrador
El hilo conductor de las historias lo lleva el burro, un simpático y divertido personaje que acompaña muy de cerca las vivencias de la familia de Nazareth.
En esta temporada, este personaje fue interpretado por Iankell Pinillo, una chica de 21 años, miembro de activo de la Pastoral Juvenil y del programa EJE, donde ejerce importantes responsabilidades.
Además de su importante papel como narradora, Iankell sirvió como Coordinadora de Actuación. Para ella, esta participación “ha sido una experiencia enriquecedora, donde ha disfrutado y aprendido valiosas lecciones de sus compañeros de escena, cultivando un profundo amor por las bellas artes y el teatro en todas sus manifestaciones”.