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Falta conciencia ciudadana en el cuidado de los árboles

Falta conciencia ciudadana en el cuidado de los árboles

Realidad preocupante

  • Panamá  ha perdido en promedio 56,369.49 hectáreas de bosques. El 2% de su cobertura boscosa en siete años, a razón de 8,050 hectáreas por año.
  • Las provincias con mayor cantidad de bosque perdido son: Veraguas con 48,758.12 hectáreas, seguida de Panamá con 30,735.32 hectáreas y Darién con 15,580 hectáreas.
  • La construcción de carreteras y vías de acceso a bosques cada vez más remotos mediante la tala furtiva contribuye a la deforestación. 

FRANCISCO J. ESPINO GONZÁLEZ 

Hoy se destaca la enorme importancia que los árboles tienen en nuestra vida y en la conservación del Medio Ambiente, creando, de este modo, conciencia sobre el cuidado de los recursos provenientes de esta fuente natural.

Y es que los árboles crecen continuamente se prolongan y se extienden por medio de sus ramas en un perfecto equilibrio de armonía con el ambiente; de allí nacen flores todas de diversos aromas y llamativos encantos, que se convierten en dulces frutos que a su vez son semillas de renovación natural, cumpliendo su cometido de existencia que ha servido a la humanidad para todo propósito y aspiración en todo tiempo.

No existe nada comparable a descansar bajo la sombra de un árbol, hecho compartido no solo por los seres humanos sino también por animales, invertebrados e incestos haciendo del árbol su casa y su mundo, su existencia.

Los árboles reducen el dióxido de carbono ambiental, producen oxígeno útil para vivir. Y es que los árboles se nutren del agua y minerales del subsuelo a través de sus raíces, esperando únicamente los ciclos estacionales del ambiente; los árboles no dependen de los seres humanos para vivir, nos han acompañado desde siempre y nos hemos servidos en todas las formas posibles de ellos.

Está claro que la pobreza, desigualdad y marginalidad social impulsa a los seres humanos a invadir y deforestar áreas boscosas y sobrevivir de la naturaleza.  En menor medida, la agricultura de subsistencia también está involucrada en actividades de deforestación. Según el investigador británico Norman Myers, (citando medio informático), el 5% de la deforestación se debe a cría de ganado, el 19% a la tala excesiva, el 22% a las plantaciones de árboles de consumo y el 54% a la agricultura de tala y quema. La expansión de las áreas urbanas y las actividades mineras también impulsan la deforestación. La construcción de carreteras y vías de acceso a bosques cada vez más remotos mediante la tala furtiva contribuye a la deforestación. 

Se estima que las prácticas agrícolas contribuyeron al 20% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global; además de destruir calidad de los suelos, a la erosión de los suelos y la desertificación, aumentando la liberación de polvo mineral y contribuyendo así a las tormentas de arena.  La deforestación tiene un impacto dramático en la pérdida del hábitat de millones de especies, extinción de especies, la disminución de poblaciones de insectos, la pérdida de biomasa global y de biodiversidad; también causa fluctuaciones extremas de temperatura.​

En Panamá, citando un medio escrito de la localidad; según datos del Ministerio de Ambiente del 2012  al  2019, Panamá  ha perdido en promedio 56,369.49 hectáreas de bosques en tan solo siete años. “El país ha perdido casi el 2% de su cobertura boscosa en siete años, a razón de 8,050 hectáreas por año”, afirmó el ministro de Ambiente Milciades Concepción, dentro del marco de la presentación del diagnóstico y del Sistema Nacional de Información Ambiental. Las provincias con mayor cantidad de bosque perdido son: Veraguas con 48,758.12 hectáreas, seguida de Panamá con 30,735.32 hectáreas y Darién con 15,580 hectáreas, según el diagnóstico de cobertura boscosa. Apunta a realizar esfuerzos a objeto de frenar la tala de árboles y de proteger áreas boscosas, así como reforestar.

Nuestra casa común 

La Biblia nos cuenta en el relato de la creación: … el Señor hizo el cielo, no había todavía arbusto alguno del campo sobre la tierra, ni había germinado tierra alguna, porque el Señor Dios todavía no había hecho llover sobre la tierra,…. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y en él puso al hombre (ser humano) que había formado. El Señor Dios hizo germinar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y apetitosos para comer, el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.  Un río salía del Edén para regar el jardín… (Génesis 2, segundo relato de la creación).  

Citando la encíclica Laudato Sí, sobre el cuidado de nuestra casa común, el Papa Francisco nos menciona que son muchos los pasajes y narraciones bíblicas que respaldan que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectada: la relación con Dios, el prójimo y con la tierra; (LS.66).  El Papa Francisco, cita por igual al patriarca Ortodoxo Bartolomé, al referirse… a la creación divina … cuando los seres humanos degraden la integridad de la tierra desnudándola de sus bosques naturales, contaminen sus aguas en el suelo y el aire,  es un crimen contra la naturaleza contra nosotros mismos y un pecado contra Dios (LS.8).