El trabajo de los voluntarios es la columna vertebral de la Jornada Mundial de la Juventud, por eso se realizó el primer curso de formación para quienes quieran servir en este importante evento mundial que reunirá jóvenes de todas partes, en nuestro país.
El objetivo de esta formación es que sean los propios jóvenes quienes inviten a otros, a participar de esta actividad que, además, está destinada no sólo para los creyentes, sino para todo el que desea encontrarse con Cristo y con hermanos de otros países.
Nelva Vásquez, secretaria del equipo organizativo de los días en la diócesis manifestó que los voluntarios son la cara y la voz de la JMJ. Por eso en el taller se ha abordado la formación desde el aspecto personal y espiritual.
“A través de una metodología interactiva y participativa, este taller busca formar líderes, y para ello el primer paso es que los jóvenes se conozcan, que sepan cuáles son sus habilidades naturales. Además, en estos días han surgido muchas ideas a concretar”, dijo.
El taller fue dirigido por el Psicólogo Franklin Díaz, quien manifestó a los jóvenes que enseñar a los demás es una obra de misericordia.
Por su parte, Gabriela Cornejo, líder juvenil, recalcó que trabajar en equipo constituye una oportunidad de crecimiento personal y un verdadero triunfo social.