Fraternidad y comunicación

Fraternidad y comunicación

Los medios de comunicación digitales pueden exponer al riesgo de dependencia, aislamiento y progresiva pérdida de contacto con la realidad concreta, obstaculizando el desarrollo de relaciones interpersonales auténticas.

El primer capítulo de la Encíclica Fratelli Tutti (FT) es una denuncia profética de algunas realidades del mundo actual que son contrarias a la fraternidad universal. Y entre ellas es importante destacar su reflexión sobre la comunicación digital. 

La ilusión de la comunicación dice Francisco. Porque hablar, encontrarnos, comunicarnos, es algo fundamental para las relaciones humanas y para hacer real la fraternidad. Pero en la hoy imperante comunicación digital supuestamente estamos interconectados, pero en realidad nos sentimos solos. El “amor de lejos, amor de pendejos” es un dicho popular que tiene mucha razón. Y que se comprueba cada vez que, por ejemplo, nos golpean noticias de suicidios de jóvenes que contabilizaban muchos miles de supuestos  “amigos”, pero por internet…

“Los medios de comunicación digitales pueden exponer al riesgo de dependencia, aislamiento y progresiva pérdida de contacto con la realidad concreta, obstaculizando el desarrollo de relaciones interpersonales auténticas.Hacen falta gestos físicos, expresiones del rostro, silencios, lenguaje corporal, y hasta el perfume, el temblor de las manos, el rubor, la transpiración, porque todo eso habla y forma parte de la comunicación humana. Las relaciones digitales, que eximen del laborioso cultivo de una amistad, de una reciprocidad amplificar estable, e incluso de un consenso que madura con el tiempo, tienen apariencia de sociabilidad. No construyen verdaderamente un “nosotros” sino que suelen disimular y el mismo individualismo que se expresa en la xenofobia y en el desprecio de los débiles” (Fratelli Tutti, FT 43).

Con frecuencia, además, la comunicación digital atenta contra el derecho a la intimidad. “Todo se convierte en una especie de espectáculo que puede ser espiado, vigilado, y la vida se expone a un control constante. En la comunicación digital se quiere mostrar todo y cada individuo se convierte en objeto de miradas que hurgan, desnudan y divulgan, frecuentemente de manera anónima. El respeto al otro se hace pedazos y, de esa manera, al mismo tiempo que lo desplazo, lo ignoro y lo mantengo lejos, sin pudor alguno puedo invadir su vida hasta el extremo” (FT 42)

Una agresividad sin pudor (FT 44-46) es otro de los graves riesgos de la comunicación digital, que “favorece la ebullición de formas insólitas de agresividad, de insultos, maltratos, descalificaciones, latigazos verbales hasta destrozar la figura del otro, en un desenfreno que no podría existir en el contacto cuerpo a cuerpo sin que termináramos destruyéndonos entre todos. La agresividad social encuentra en los dispositivos móviles y ordenadores un espacio de ampliación sin igual… Lo que hasta hace pocos años no podía ser dicho por alguien sin el riesgo de perder el respeto de todo el mundo, hoy puede ser expresado con toda crudeza aun por algunas autoridades políticas y permanecer impune… Los circuitos cerrados facilitan la difusión de informaciones y noticias falsas, fomentando prejuicios, odios y fanatismos, que llevan a destruir a otros y son protagonizados también por personas religiosas, sin excluir a los cristianos… ¿Qué se aporta así a la fraternidad que el Padre común nos propone?”

En la comunicación digital se quiere mostrar todo y cada individuo se convierte en objeto de miradas que hurgan, desnudan y divulgan.

Información sin sabiduría (FT 47-50): La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad. Pero hoy todo se puede producir, disimular, alterar. …A veces la velocidad del mundo moderno, lo frenético nos impide escuchar bien lo que dice otra persona…Al desaparecer el silencio y la escucha, convirtiendo todo en tecleos y mensajes rápidos y ansiosos, se pone en riesgo esta estructura básica de una sabia comunicación humana. Se crea un nuevo estilo de vida donde uno construye lo que quiere tener delante, excluyendo todo aquello que no se pueda controlar o conocer superficial e instantáneamente. Esta dinámica, por su lógica intrínseca, impide la reflexión serena que podría llevarnos a una sabiduría común. …La sabiduría no se fabrica con búsquedas ansiosas por internet, ni es una sumatoria de información cuya veracidad no está asegurada.

 Sometimientos y autodesprecios (FT 51.53) “Destrozar la autoestima de alguien es una manera fácil de dominarlo. Detrás de estas tendencias que buscan homogeneizar el mundo, afloran intereses de poder que se benefician del bajo aprecio de sí, al tiempo que, a través de los medios y de las redes se intenta crear una nueva cultura al servicio de los más poderosos. …Se olvida que no existe peor alienación que experimentar que no se tienen raíces, que no se pertenece a nadie…”

No es Francisco sospechoso de adversar a lo modernos medios de comunicación digital, que usa continuamente. Pero por eso mismo vale la pena escuchar esta reflexión crítica sobre la misma, para que cree lazos de integración entre las generaciones y las distintas comunidades que la conforman y rompa los círculos que aturden los sentidos alejándonos cada vez más los unos de los otros (FT 53).