La mejor etapa para inculcarles el amor de Dios es cuando están pequeños y absorben todo como esponjas.
Por Karla Díaz
Alegría, sonrisas, gritos y muchas enseñanzas sobre el amor de Dios fue parte de lo que se vivió en la Asamblea del Corrinche, una reunión de bienvenida organizada por el Ministerio de Niños en Victoria, parte de la comunidad de Matrimonios en Victoria.
En esta asamblea se le da la bienvenida a los hijos de las parejas que realizaron el retiro R1 Esplendor del Vínculo, pero de igual manera están presentes los hijos de las parejas que integran el movimiento de todos los centros de la ciudad: Santa Marta, La Caleta, San Gerardo Mayela, San Agustín en Villa Zaita, Espíritu Santo y Don Bosco.
“El Corrinche se realiza aproximadamente cada 5 meses por lo que es una reunión especial y extraordinaria, ya que se unen todos los centros con el fin de evangelizar a los niños y conocer sobre la vida y obra de Jesús, José y María a través de dinámicas, alabanzas y juegos, siempre con la alegría del Evangelio”, destacó Yessenia Ortega, Coordinadora del Ministerio de Niños.
Amor a Dios desde la niñez
Desde que los niños llegan al salón, son recibidos con el cariño de los “tíos”, así les llaman los pequeños a todos los adultos que son parte del equipo de animación del Ministerio de Niños.
Los tíos tienen todo preparado: globos, sombreros, juegos de mesa, colores por doquier, pero también la Biblia. Además, se apoyan en la tecnología para que todos presten atención a la hora de leer y reflexionar la Palabra.
Los dividen por grupos y edades. Todas las dinámicas y juegos están diseñados para cada edad, y los tíos los atienden, les conversan, los ayudan y les dan la formación. Incluso, los hacen competir entre ellos para que aprendan sobre valores como: cooperación, compañerismo y apoyo mutuo.
“Nosotros, que somos los servidores del Ministerio de Niños, nos encargamos de guiar a los pequeños con avivamiento de bienvenida, la proclamación e interpretación del Evangelio y varias dinámicas y actividades para el aprendizaje sobre la vida de los Santos con Memory Sants, los sacramentos y catequesis sobre diversos temas”, dijo Ortega.
Pasadas las reflexiones, los juegos y el compartir entre todos, les dan golosinas y luego los llevan en orden al templo; en esta ocasión, la parroquia Santa Marta, en donde les esperan sus padres, y también nuestro Señor Jesucristo, expuesto en el altar.
Finalizado este importante momento, hacen la bendición de los alimentos y juntos comparten como una sola familia.
En la comunidad tienen espacios para todos los miembros de la familia: esposos, jóvenes y por supuesto los niños; y para ellos es importante incluirlos a esta edad, desde pequeños, porque son el corazón de la familia, y la familia es el corazón de la sociedad.