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Hará vida su compromiso con Dios en Lisboa 2023

Hará vida su compromiso con Dios en Lisboa 2023

Su trabajo y entrega desmedida con la juventud de su comunidad parroquial, le ha dejado lo que para ella es una oportunidad de seguir expandiendo el Reino de Dios de frontera a frontera.

 

Por Karla Díaz

Patricia Rodríguez tiene a su cargo el grupo de Catequesis de Confirmación de la Parroquia Santa María de Belén en Escobal, Colón. Lleva varios años acompañando a los muchachos en su formación, un proceso que la ha marcado y la ha ayudado también a ella en su crecimiento de fe.

Los frutos de ese testimonio de entrega se han reflejado en una importante invitación de parte de su párroco, Juventino Castillero, sacerdote Vicentino, quien la sorprendió proponiéndole que sea parte de la delegación de panameños Vicentinos que asistirán, con el favor de Dios, a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, en agosto de este año.

Una sorpresa para ella, pues no se imaginó ser parte de este gran evento, en el que miles de jóvenes del mundo se encontrarán con el Papa para hacer vida la presencia de Cristo en sus corazones.

 

Quiero que los jóvenes sigan amando a Dios

Patricia acompaña en su crecimiento de fe a 19 jóvenes de la parroquia, que este año recibirán el sacramento de la Confirmación. Forma parte también de la Pastoral de Liturgia y del coro.

En cuanto al trabajo con los muchachos, señala que quiere seguir llenándose de fe para poder transmitirla a otros. Con los jóvenes trata de buscar todas las alternativas posibles para enamorarlos y atraerlos a Cristo y a la Iglesia.

“Uno de mis ideales es dedicarme más a ellos, captarlos y volverlos líderes. Con mi participación en la JMJ quisiera regresar para transmitirles toda esa experiencia de fe, que los motive a soñar y que se sientan enamorados de las cosas de Dios, así como yo lo estoy”, destaca.

 

Se vale soñar

Jamás imaginó que una invitación así llegaría para ella. Pero todo se da, ya que la familia vicentina trata siempre de enviar un representante de los lugares en donde tienen presencia como comunidad.

Entonces, el párroco le hace la invitación, y en ella vio una respuesta de Dios a muchas interrogantes.

“Yo me decía, entre tantas personas que somos, Dios se ha manifestado, pues me han elegido a mi y esto fue una gran bendición, que me hace comprometerme aún más en el trabajo que realizo en la iglesia”.

Su mayor orgullo es dejar una semilla de Dios en el corazón de cada muchacho que acompaña.

 

Vivió al máximo la JMJ Panamá

Tuvo la experiencia de la Jornada en Panamá, y considera que fue un plus para su  fe, ya que a veces cuando servimos a la Iglesia, hay momentos en los que uno se olvida  llenar el vaso, uno siente que le hace falta fe, perseverancia y amor.

“El estar en la jornada fortaleció mi compromiso, mi fe, mi esperanza, mis ganas de seguir animando a la comunidad, de seguir trabajando y expandiendo el reino de Dios; me ayudó muchísimo”.

Recuerda que durante la jornada en Panamá, trabajó  con los jóvenes en temas de logística, el apoyo era para todo. “No tuvimos miedo de hacer las cosas y juntos íbamos al frente como una comunidad”.

Ahora trabajará con las mismas ganas, pero por primera vez, fuera del país, interiorizando todo, mirando todo desde la perspectiva de la fe y buscando traer lo mejor de regreso para poder compartirlo con la juventud de su comunidad.

“Esto conlleva esfuerzos y sacrificios, es algo nuevo para mi, pero soy una joven valiente y con el favor de Dios, viviremos la experiencia para después traerla y nutrir a los muchachos con todo lo vivido, animándolos a soñar y a trabajar en el día a día, en busca de las respuestas que sólo nos puede dar el amor de Dios”, puntualizó.