Hombres asumen ejemplo de San José en sus vidas

Hombres asumen ejemplo  de San José en sus vidas

La simplicidad de vida de San José ha sido para muchos hombres un ejemplo a seguir, tomando en cuenta que confiarse a Dios no significa llevar a cabo todo siguiendo nuestro criterio o realizar lo que habíamos proyectado; es vaciarse de sí mismo, renunciar a sí mismo porque solo quien acepta perder- se por Dios puede ser ‘justo’ como este santo varón. 

Justo Abel Beitía es periodista de profesión y junto a su esposa, Julia de Beitía, forma parte de la Comunidad de Parejas Católicas Restaurados, cuyo lema es “Sanados para Amar”. Su caminar de fe tuvo un antes y un después, porque en una primera etapa era un cristiano sólo nominal y no contaba con ese gran ejemplo. Ser padre y esposo fue muy difícil en sus primeros años. 

Más tarde, comenzó a caminar en serio en los caminos del Señor y pudo ir imitando el testimonio de San José, lo que sirvió de mu- cho para mejorar su relación familiar, tanto en su rol de esposo como padre. 

Para Justo Abel, ser un padre requiere de mucha responsabilidad y de valores, sobre todo de los principios y valores cristianos, amor a Dios, al prójimo, entrega y sacrificio por la familia, ser perdonador y comprensivo. 

Tener a San José como ejemplo ha mejorado mucho su relación familiar y le permitió junto a su esposa aplicar su testimonio con sus hijos ahora adultos, y en sus nietos que están en crecimiento físico y espiritual. Ser siempre fieles a Dios y obedientes a sus mandatos. 

En el Evangelio no se ha conservado ninguna palabra de José, cuya actividad transcurre en silencio. Y es en silencio como algunos hombres han elegido ser esposos y padres, sin tanto alarde y sin tanto ruido de sus acciones cotidianas. 

Vicente Guevara acompaña a su esposa Deysi y participan como miembro de la Comisión Arqui- diocesana de Pastoral Familiar y del Consejo Nacional de Familia y Vida. Para él, “San José es un modelo total de esposo y padre, todo lo contrario al prototipo que hoy en forma generalizada le imponen a los hombres”, asegura. 

Guevara es economista de profesión y explica que José el santo, fue un hombre creyente, modelo de silencio, responsabilidad, que amó a su esposa la Virgen, y a su hijo adoptivo, que para él fueron valores incalculables. 

San José es un modelo de fidelidad, prudencia, entrega, servicio y todo se recoge en el amor profundo y verdadero que siente por su familia. “Soy un hombre creyente inspirado en ese amor de San José, para cumplir mi misión de esposo y padre, lo digo en el orden de lo que vivo, mi esposa primero y después mis hijos. Todo lo hago con la complementariedad que proyecta la familia de Nazaret”, comenta. 

Con 45 años de matrimonio, Vicente asegura que se jubiló y se retiró para dedicarse de lleno a acompañar a su esposa en la evangelización. “El estilo que caracterizó a San José durante toda su existencia antes de encontrarse frente al misterio de la acción de Dios con María y cuando consciente de este misterio, está al lado de ella en la Natividad”.