Estefany Rodríguez
En la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa nos pedía ser influencers de Dios, pero ¿Qué significa esto? Un influencer es una persona que influencia de alguna manera a las personas a su alrededor, ya sea positiva o negativamente. Ahora ¿Cómo podemos ser influencers en un mundo lleno de negativismo? La esperanza es un factor que se ha perdido en nuestra sociedad, en la que todo está mal, donde no hay al final del camino. No hay un Panamá mejor, no vamos a salir de la pandemia, no vamos a poder disfrutar, hay corrupción, huelgas, hambre, peleas que muchas veces no entendemos… la única opción que tenemos es: ser tristes y sufridos porque no tenemos la vida perfecta que vemos en las películas. ¿Sabes qué es esto? Es una de las primeras mentiras del demonio… Sí, la mismo que la serpiente le dijo a Eva… le susurró al oído: ¡Dios no existe! Lo que vivimos actualmente es la pérdida de Dios en nuestras vidas, porque si nada es bueno y nada es malo, ¿tienen consecuencias nuestros actos? ¿Cuál es la diferencia entre los buenos y los malos cuando hay tanto relativismo moral? Soy bueno porque no robo, pero ¿qué hacemos por los demás? ¿Cuánto sacrificamos? Estamos en un mundo que se ha olvidado de Dios, que ve a Dios solamente como ese opositor, que solo quiere que le adoremos y que no disfrutemos de la vida, que no entiende las leyes de Dios como ese semáforo protector que impide que el auto de nuestra vida vaya sin frenos, chocando con un árbol y terminando nuestra vida. Hoy Dios nos pide reconocer que su palabra es ese semáforo que nos mantiene vivos, y te diré un dato… Me he arrepentido de muchas cosas en la vida, pero seguir a Dios, vivirlo, amarlo, jamás me ha dado una goma moral, como sí lo ha hecho seguir esa “Felicidad” que vende el mundo.
El mundo necesita jóvenes reales que salgan a amar a Dios, que tengan una profunda relación por Él, que crean en Él, no que hablen de Él y de lo que está bien o lo que está mal. Que vivamos su Evangelio y esto solo lo podremos conseguir cultivando una verdadera relación basada en el amor. No podremos tener una espiritualidad sana y en forma si solo la trabajamos una vez a la semana por la eucaristía virtual. ¿Te unes al reto? Seamos influencers de Dios.